En un episodio que ha generado controversia en el ámbito político y mediático, Santiago Caputo, asesor presidencial y figura clave en el gobierno de Javier Milei, protagonizó un incidente con el fotógrafo Antonio Becerra durante un debate legislativo en Buenos Aires. Según testigos, Caputo bloqueó la cámara del fotógrafo y procedió a fotografiar su credencial, un gesto que ha sido calificado como intimidatorio por diversos sectores.

El hecho ocurrió en el marco del debate entre candidatos a legisladores porteños, un evento que ya de por sí se desarrollaba en un clima de alta tensión política. Facundo Manes, diputado de la UCR, no tardó en denunciar el incidente, incorporándolo como un "hecho nuevo" en una causa previa contra Caputo por conductas similares. Manes argumentó que este episodio evidencia un patrón de intimidación por parte del asesor presidencial.

Por su parte, el vocero presidencial, Manuel Adorni, minimizó el incidente durante una conferencia de prensa, argumentando que Caputo simplemente quería verificar cómo había salido en la foto. "Estaba al lado de él, así que fui testigo presencial y ocular del hecho. Si vos me sacás una foto a mí, estoy en todo mi derecho de sacarte una foto", declaró Adorni, quien también atribuyó el episodio a la desorganización en el evento.

Este incidente se suma a una serie de tensiones entre el gobierno de Milei y los medios de comunicación. En los últimos días, el presidente ha emitido declaraciones polémicas en redes sociales, incluyendo la difusión de mensajes que critican duramente a los periodistas. Según un informe del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), los ataques a la prensa han aumentado un 52.5% en 2024, con el presidente Milei como protagonista de varios de estos episodios.

El contexto político en Buenos Aires también añade complejidad al asunto. Con elecciones legislativas a la vuelta de la esquina, el liderazgo del PRO en la ciudad está siendo desafiado por La Libertad Avanza, el partido de Milei. Este clima de polarización ha intensificado las críticas hacia el gobierno, especialmente en lo que respecta a su trato hacia la prensa.

En un escenario donde la confrontación parece ser la norma, el incidente protagonizado por Caputo no solo pone en evidencia las tensiones entre el gobierno y los medios, sino que también refleja un clima político cada vez más polarizado. Mientras algunos ven en este episodio un acto de intimidación, otros lo interpretan como una estrategia política en un momento crítico para el oficialismo.