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12 de agosto de 2025
Politica
Buenos Aires

Tras 17 años, millones de dólares y 7 km de túnel, abandonaron el soterramiento del Sarmiento

• Tras 17 años y US$420 millones, se cierra el soterramiento del Sarmiento 🚧 • Solo se construyeron 7 km de túnel • El proyecto queda como símbolo de desidia y corrupción estatal • Se buscan alternativas menos ambiciosas

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El cierre definitivo del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento representa el epílogo de uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos y controvertidos de la Argentina moderna. Tras 17 años de anuncios, promesas y millones de dólares invertidos, el Estado y las empresas responsables han decidido abandonar la obra, dejando bajo tierra una fortuna y una maquinaria de ingeniería avanzada.

El proyecto, adjudicado en 2008 durante la presidencia de Cristina Kirchner, contemplaba la construcción de 32,6 kilómetros de túnel entre Caballito y Moreno, con la remodelación subterránea de todas las estaciones del recorrido. La obra, que debía completarse en 36 meses, solo avanzó durante la gestión de Mauricio Macri, cuando la tuneladora "Argentina" logró perforar 7,239 metros desde Haedo hasta Villa Luro. Sin embargo, la crisis económica de 2018 y la falta de financiamiento paralizaron el proyecto, que permaneció inactivo durante los siguientes seis años.

A lo largo de este período, la obra se convirtió en un símbolo de la desidia estatal y la falta de planificación. Los pasos a nivel y la circulación urbana en Buenos Aires y el conurbano se mantuvieron precarios, mientras los vecinos padecían las consecuencias de una infraestructura inconclusa. El cierre definitivo implica la construcción de muros en los extremos del túnel y el desmantelamiento de las instalaciones superficiales, dejando enterrados US$420 millones y una tuneladora de 125 metros de longitud.

El proyecto estuvo marcado por escándalos de corrupción, especialmente por la participación de la constructora brasileña Odebrecht, que admitió el pago de coimas a funcionarios argentinos. Pese a las condenas en otros países, en Argentina la causa judicial no avanzó, sumando impunidad al fracaso técnico y financiero.

Fuentes oficiales reconocieron la imposibilidad de continuar la obra y la necesidad de "sincerar" la situación. "El túnel quedará cerrado como para preservar lo hecho. Si alguna vez viene alguien y lo quiere continuar, que lo haga. Pero se cerrará definitivamente y se levantan todos los obradores que están en la superficie. No hay más soterramiento", afirmó una alta fuente del Gobierno.

Sindicalistas y vecinos lamentan el abandono y el impacto negativo en la urbanización, mientras se espera que la Ciudad de Buenos Aires y los municipios bonaerenses busquen alternativas menos ambiciosas y más realizables para mejorar la conectividad ferroviaria. El soterramiento del Sarmiento queda así como un monumento subterráneo a la desidia política y la ambición desmesurada, testigo de cómo se desperdiciaron recursos y oportunidades en la Argentina contemporánea.