El próximo 26 de octubre, Argentina vivirá un cambio histórico en su sistema electoral con la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) en las elecciones legislativas nacionales. Este nuevo mecanismo, establecido por la Ley 27.781 sancionada el 1 de octubre de 2024, reemplazará la tradicional boleta partidaria y busca optimizar la transparencia, equidad y eficiencia en el proceso de votación.

La BUP consiste en una única papeleta que incluye a todos los candidatos, categorías de cargos y partidos políticos, permitiendo al elector marcar sus preferencias en un solo documento. El sistema, ya utilizado en algunas provincias, será estrenado a nivel nacional, lo que representa una novedad para millones de votantes, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde se elegirán 35 diputados.

En la Casa Rosada, autoridades del Gobierno, la Cámara Nacional Electoral (CNE) y jueces federales de todo el país se reunieron para coordinar los detalles finales de la implementación. Durante el encuentro, los magistrados expresaron su preocupación por la impresión y custodia de las boletas, así como por la operatividad del Correo y la capacitación del personal encargado del operativo. El Gobierno informó que serán 11 empresas, la mayoría radicadas en Buenos Aires, las responsables de la impresión, y se comprometió a brindar información adicional sobre el proceso.

El vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, destacó que la BUP es "un logro de todo el sistema político" y subrayó que el nuevo sistema dota a la democracia argentina de mayor transparencia y eficiencia. Por su parte, el presidente de la CNE, Daniel Bejas, remarcó la importancia de escuchar a quienes organizan el proceso electoral en las distintas regiones del país, mientras que Luz Landívar, titular de la Dirección Nacional Electoral (DINE), calificó la implementación como "un logro enorme".

En Córdoba, el diseño de la BUP ha generado debates sobre el impacto de los colores, el tamaño de las fotos y la ubicación de los partidos en la papeleta, factores que podrían influir en la identificación de los candidatos por parte de los votantes. Además, se señala que la BUP busca reducir los costos de impresión y evitar fraudes asociados al antiguo sistema de boletas partidarias, respondiendo a reclamos históricos de fuerzas políticas menores.

La puesta en marcha de la BUP representa un esfuerzo conjunto entre el Gobierno y la Justicia Electoral para fortalecer la confianza en los procedimientos democráticos. Sin embargo, persisten desafíos técnicos y logísticos que deberán ser resueltos antes de la jornada electoral, en la que se espera que el nuevo sistema marque un antes y un después en la historia electoral argentina.