En un episodio que ha generado amplio debate, Santiago Caputo, asesor presidencial, fue acusado de intimidar al fotógrafo Antonio Becerra durante un debate de candidatos a legisladores porteños en el Canal de la Ciudad. Según testigos, Caputo fotografió la credencial del reportero gráfico, un acto que ha sido calificado como intimidatorio por diversos sectores políticos y mediáticos.

El incidente ocurrió cuando Becerra intentaba capturar imágenes de Caputo, quien reaccionó tapando la lente de la cámara y tomando una foto de la credencial del fotógrafo. Este gesto fue interpretado como una amenaza por parte de varios legisladores y organizaciones de prensa. Facundo Manes, diputado de la UCR, presentó una denuncia contra Caputo, señalando que este comportamiento forma parte de un patrón recurrente de intimidación.

El Gobierno, por su parte, defendió a Caputo. Manuel Adorni, vocero presidencial, argumentó que el asesor solo quería verificar cómo había salido en las fotos. "Si alguien me toma una foto, estoy en mi derecho de hacer lo mismo", declaró Adorni, minimizando el incidente.

La reacción no se hizo esperar. Legisladores porteños de distintos partidos presentaron proyectos de repudio en la Legislatura, destacando que este tipo de actos representan una amenaza a la libertad de prensa y a los valores democráticos. Victoria Montenegro, diputada de Unión por la Patria, afirmó que "la democracia se fortalece con voces libres, no con amenazas ni persecuciones".

El episodio se suma a un contexto de creciente tensión entre el gobierno de Javier Milei y los medios de comunicación. Según un informe de FOPEA, los ataques a la prensa han aumentado significativamente en los últimos años, con el presidente protagonizando varios de estos episodios.

Este incidente también ocurre en un momento crítico para el oficialismo, en medio de una campaña electoral en la Ciudad de Buenos Aires que se perfila como altamente competitiva. La oposición ha utilizado el hecho para cuestionar la relación del gobierno con la prensa y su compromiso con los valores democráticos.

Mientras tanto, el fotógrafo Antonio Becerra no ha presentado una denuncia formal, aunque el episodio ha generado un amplio debate sobre los límites del poder y el respeto a la libertad de expresión en Argentina. La situación sigue siendo monitoreada de cerca por organizaciones de derechos humanos y de prensa, que han expresado su preocupación por el impacto de estos actos en la democracia del país.