El presidente Javier Milei protagonizó un tenso cruce televisivo con el periodista Eduardo Feinmann, en una entrevista que marcó su regreso al país tras una gira por Estados Unidos. El mandatario fue interrogado sobre la crisis económica que atraviesa la Argentina y la reciente renuncia del diputado José Luis Espert, envuelto en un escándalo por presuntos vínculos con el empresario investigado por narcotráfico, Fred Machado.

Durante la conversación, Feinmann insistió en la gravedad de la situación social, citando que "el 80% apenas llega a fin de mes" y que "el 60 o 70% llega al día 20". Ante la consulta sobre posibles soluciones, Milei respondió de manera evasiva: "¿Cómo quiere que lo arregle? Vamos, dígame. ¿Cómo le pongo plata a la gente?". El presidente descartó la emisión de dinero y el endeudamiento como alternativas, argumentando que "no resuelve el problema imprimiendo papelitos" y que esas medidas solo agravarían la inflación y la distorsión de precios.

El diálogo se tornó aún más tenso cuando Feinmann abordó el caso Espert, preguntando por el daño electoral que pudo haber causado la vinculación del diputado con el narcotráfico. Milei defendió a Espert, asegurando: "No creo que tenga vínculos narcos, eso fue parte de una campaña sucia". Sin embargo, reconoció que Espert "no respondió de la manera correcta" en su momento. Feinmann replicó que el diputado "mintió" y que incluso "le mintió a usted también, no le contó toda la historia".

El presidente optó por restar importancia al pasado y enfatizó la necesidad de enfocarse en el futuro político, mencionando el trabajo conjunto con otros dirigentes para recortar la distancia electoral. "Basta de mirar para el pasado. Ya está, terminado. ¿Qué quiere que haga, que llore?", sentenció Milei, visiblemente molesto.

La entrevista, que se extendió por más de media hora, dejó en evidencia la incomodidad del mandatario ante las repreguntas y la falta de respuestas concretas sobre la crisis económica. El episodio se produce en un contexto de creciente tensión social y política, con fracturas dentro del oficialismo y la economía como principal preocupación ciudadana. Las implicaciones futuras dependerán de la capacidad del gobierno para ofrecer soluciones y recuperar la confianza pública.