La ciudad de La Plata se encuentra bajo un fuerte operativo de seguridad tras la llegada de cientos de miembros de los Hells Angels, la famosa agrupación internacional de motociclistas. Según estimaciones de las autoridades, en los próximos días podrían arribar hasta 3.000 integrantes, lo que ha generado inquietud entre los vecinos y un despliegue coordinado de fuerzas policiales locales, provinciales y nacionales.

El arribo de los Hells Angels, reconocidos mundialmente por su historia y por las acusaciones de vínculos con el tráfico de drogas, armas y extorsión, fue confirmado por la ocupación total de hoteles céntricos como el Grand Brizzo y el Corregidor. "Se instalaron retenes policiales y se reforzaron los patrullajes en los accesos a La Plata y en los principales corredores viales de la región", informaron fuentes oficiales. Interpol también participa en el monitoreo, solicitando datos de los huéspedes para verificar antecedentes internacionales.

El motivo de la reunión sería la realización de un encuentro anual internacional, aunque la sede y los detalles del evento permanecen sin confirmación oficial. Los intentos de alquilar el predio del Sindicato de Obras Sanitarias de la Provincia de Buenos Aires (SOSBA) en Villa Catella fracasaron por cuestiones de seguridad y permisos, lo que dejó a la organización sin un lugar definido para el evento. "La entidad propietaria requirió un listado de permisos apoyados en cuestiones de orden técnico vinculado a los cálculos de afluencia de público y lo que eso conlleva en aspectos sanitarios y de la seguridad. Los papeles no aparecieron y se optó por no seguir adelante con el alquiler del predio", detalló una fuente consultada por El Día.

A pesar de la imagen pública de los Hells Angels, que los asocia con actividades ilícitas y violencia, el club rechaza oficialmente cualquier vínculo con el crimen organizado. Sin embargo, el Departamento de Justicia de Estados Unidos los califica como una "organización criminal" y en Argentina han estado involucrados en disputas violentas con otros motoclubes, como el tiroteo en Luján en 2016.

La presencia de los Hells Angels en La Plata ha generado un clima de misterio y preocupación, reforzado por la actitud reservada de sus miembros y la falta de información oficial sobre el evento. Las autoridades continúan en alerta, mientras la ciudad se adapta a la llegada de miles de visitantes que, por ahora, se comportan como turistas pero mantienen a la comunidad y a las fuerzas de seguridad en vilo.