Una violenta pelea entre taxistas y choferes de aplicaciones se desató el pasado viernes en la puerta del Aeroparque Jorge Newbery, en Buenos Aires, dejando al descubierto la tensión creciente por la disputa de pasajeros en uno de los puntos más transitados de la ciudad. El incidente, que fue registrado en video y rápidamente viralizado en redes sociales, incluyó insultos, empujones, golpes y amenazas explícitas entre los involucrados, mientras automovilistas y pasajeros intentaban avanzar por la zona.

Según testigos y fuentes policiales, el conflicto se originó por la competencia territorial y la captación de viajeros que llegan a la terminal aérea. La Policía de Seguridad Aeroportuaria intervino de inmediato para separar a los participantes y restablecer el orden, mientras la Unidad Flagrancia Norte de la Ciudad de Buenos Aires solicitó registros fílmicos y testimonios para determinar responsabilidades y avanzar con la investigación.

El delegado de la Federación Nacional de Conductores de Taxis, Mariano, denunció la desregulación del transporte de pasajeros desde los aeropuertos y exigió a las autoridades el cumplimiento de la normativa vigente. "Lo único que exigimos es que se cumpla la normativa y que trabajen de manera ordenada como hacemos nosotros, con todas las regulaciones que nos impone el gobierno", afirmó en diálogo con C5N. Por su parte, los choferes de aplicaciones argumentan dificultades operativas y restricciones en los puntos de recogida, aunque no emitieron declaraciones públicas tras el incidente.

El enfrentamiento refleja un conflicto histórico entre taxis y aplicaciones, intensificado desde la llegada de Uber y similares en 2016. Las regulaciones actuales establecen puntos de recogida para ambos servicios, pero su cumplimiento es cuestionado por ambas partes. En zonas de alta demanda como aeropuertos, la competencia directa ha generado múltiples episodios de violencia y debate sobre la convivencia de modelos tradicionales y digitales en la movilidad urbana.

Las autoridades policiales y judiciales continúan investigando el hecho y buscan prevenir nuevos episodios similares, mientras el debate sobre la regulación y la competencia en el transporte de pasajeros sigue abierto en la Ciudad de Buenos Aires.