Guillermo Montenegro, actual intendente de General Pueyrredon y candidato de La Libertad Avanza (LLA) en alianza con el PRO, se impuso en las elecciones legislativas de la Quinta Sección electoral de la provincia de Buenos Aires. Con más del 90% de las mesas escrutadas, Montenegro obtuvo cerca del 41% de los votos, superando a Fernanda Raverta, de Fuerza Patria, quien alcanzó el 37,5%. Maximiliano Suescún, de Somos Buenos Aires, quedó en tercer lugar con aproximadamente el 11%.

La jornada electoral, que registró una participación del 63% de los votantes habilitados, definió la renovación de cinco bancas en el Senado provincial. La alianza LLA-PRO logró tres escaños, mientras que Fuerza Patria obtuvo dos. En Mar del Plata, ciudad cabecera de la sección y epicentro de la disputa, Montenegro amplió su ventaja sobre Raverta, consolidando su liderazgo en la región.

El resultado representa una de las pocas victorias de LLA en la provincia, en un contexto general favorable al peronismo. Montenegro, quien ya había anticipado su intención de asumir la banca en la Legislatura bonaerense, ratificó su compromiso tras conocerse los resultados. "Siempre estoy acá en Mar del Plata, hago lo mismo en cada elección y espero los resultados junto a mi equipo", declaró el intendente.

Por su parte, el peronismo local enfrenta cuestionamientos internos tras la quinta derrota consecutiva de Raverta al frente del kirchnerismo en la región. Dirigentes del espacio señalaron la necesidad de revisar la estrategia y la selección de candidatos, en medio de una creciente fragmentación.

La elección en la Quinta Sección fue interpretada como un primer test para la gestión nacional de Javier Milei, dado el peso político de la provincia de Buenos Aires. El desenlace de estos comicios anticipa un escenario de alta competencia de cara a las elecciones legislativas nacionales de octubre, donde el oficialismo buscará consolidar su posición.

La Quinta Sección, que abarca 27 partidos del sudeste bonaerense, se consolida así como un territorio clave en la disputa política bonaerense y nacional, con Mar del Plata como epicentro de las definiciones electorales.