Las intensas ráfagas de viento Zonda que azotaron la provincia de Mendoza el viernes 26 de septiembre generaron una serie de incidentes que obligaron a las autoridades a tomar medidas excepcionales. Según reportes oficiales, el fenómeno meteorológico alcanzó velocidades de hasta 70 kilómetros por hora y provocó la muerte de una persona, además de dejar otra herida y más de 400 incidentes registrados en distintos puntos de la provincia.

La Dirección General de Escuelas dispuso la suspensión de clases presenciales en todos los niveles y modalidades para los turnos vespertino y nocturno, siguiendo las recomendaciones de Defensa Civil y los pronósticos meteorológicos que advertían sobre la peligrosidad de las ráfagas y tormentas eléctricas. La actividad escolar se trasladó a la modalidad virtual a través de la plataforma Escuela Digital Mendoza.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta naranja para varios departamentos, incluyendo Lavalle, La Paz, San Martín, Santa Rosa y Las Heras, por la intensidad de los vientos y la posibilidad de tormentas con caída de granizo. Defensa Civil informó que el fenómeno afectó a toda la provincia, con especial énfasis en las zonas Este y Sur, donde se registraron los mayores inconvenientes.

La situación también impactó en la agenda cultural y social de Mendoza. La Feria del Libro, festivales de música y otros espectáculos previstos para el fin de semana fueron suspendidos o reprogramados, en algunos casos trasladando las actividades a días posteriores para garantizar la seguridad de los asistentes.

Para el fin de semana, el pronóstico indica una mejora en las condiciones meteorológicas, con descenso de la temperatura y vientos más leves. Se espera que la máxima alcance entre 19°C y 26°C, mientras que la mínima oscilará entre 8°C y 12°C, dependiendo de la zona. Las autoridades continúan monitoreando la situación y recomiendan a la población mantenerse informada y tomar precauciones ante posibles cambios en el clima.

El viento Zonda es un fenómeno recurrente en Mendoza, especialmente en primavera y otoño, y suele afectar tanto la vida cotidiana como las actividades turísticas y culturales de la región. En los últimos años, la provincia ha experimentado anomalías climáticas con temperaturas superiores al promedio, lo que ha incrementado la frecuencia e intensidad de estos eventos extremos.