El triple crimen de Florencio Varela ha generado conmoción en la sociedad argentina y puesto en alerta a las autoridades de seguridad. Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) fueron halladas asesinadas y enterradas en una vivienda de Villa Vatteone, tras permanecer cinco días desaparecidas. La investigación, que ya suma nueve detenidos, apunta a una banda narco liderada por Tony Janzen Valverde Victoriano, alias "Pequeño J", y su mano derecha, Matías Ozorio.

Según fuentes judiciales y policiales, el crimen se habría cometido entre la noche del 19 y la madrugada del 20 de septiembre. Las víctimas fueron invitadas a una supuesta fiesta en el Bajo Flores, pero en realidad cayeron en una trampa que terminó en su secuestro, tortura y asesinato en Florencio Varela. El hallazgo de los cuerpos el 24 de septiembre permitió avanzar en la causa, que rápidamente sumó detenciones en distintos puntos del país y en el exterior.

El operativo para extraditar a Matías Ozorio desde Perú involucró a fuerzas federales, bonaerenses e Interpol, y fue coordinado por el Ministerio de Seguridad. "A las 11h despega un vuelo de la Fuerza Aérea con 7 efectivos del Departamento Federal de Investigaciones de la PFA e Interpol-PFA, y 5 de la Policía Bonaerense, para traer al país a Matías Ozorio, ya detenido e investigado por el triple crimen", confirmó la ministra Patricia Bullrich. Ozorio fue expulsado de Perú por ingreso ilegal, mientras que la extradición de "Pequeño J" podría demorar algunos días más por su nacionalidad peruana.

El fiscal Adrián Arribas, a cargo de la causa, señaló que la investigación sigue bajo secreto de sumario y que se esperan nuevas indagatorias y la apertura de los celulares de los detenidos para obtener más pruebas. "Si llega hoy, mañana le tomaré indagatoria como coautor", indicó Arribas sobre Ozorio.

El caso ha reavivado el debate sobre la expansión del narcotráfico en el conurbano bonaerense y la peligrosidad de bandas emergentes que adoptan métodos violentos para imponerse en el territorio. Analistas y funcionarios advierten que la precariedad y la falta de prevención han permitido la proliferación de estos grupos, que operan en un contexto de marginalidad y violencia creciente. La sociedad y las autoridades esperan que el avance de la investigación permita esclarecer el caso y prevenir nuevos hechos similares.