Dos hinchas de la Universidad de Chile, recientemente liberados tras los incidentes ocurridos en el partido frente a Independiente por la Copa Sudamericana, protagonizaron un accidente vial en la ciudad de Junín, provincia de Buenos Aires, el sábado por la mañana. El siniestro se produjo en el cruce de la Ruta Nacional 7 y la Ruta Provincial 65, cuando la Suzuki Vitara en la que viajaban fue impactada lateralmente por una Ford Maverik conducida por Carlos Martínez, residente de Moreno, quien se dirigía a Mendoza acompañado por tres ciudadanos argentinos.

Los ocupantes chilenos, identificados como Nicolás Esteban Riquelme Makuc, de 38 años, ingeniero en logística, y Bastián Ignacio Madariaga Muñiz, de 25 años, miembro de la Fuerza Aérea de Chile, resultaron ilesos. Según el parte policial, el accidente se debió a una maniobra imprudente y a la desorientación de los hinchas, quienes explicaron a las autoridades que estaban perdidos al momento del choque.

Este episodio se suma a la reciente liberación de 104 hinchas chilenos, detenidos tras los graves disturbios ocurridos en el estadio Libertadores de América - Ricardo Enrique Bochini. La excarcelación fue ordenada por la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N.º 4 de Avellaneda, luego de revisar el sumario policial y no encontrar pruebas objetivas para imputar a los ciudadanos extranjeros. La decisión fue resultado de gestiones diplomáticas entre Azul Azul S.A., concesionaria del club chileno, y la Embajada de Chile en Argentina.

José Ramón Correa, director de Azul Azul, denunció públicamente que los hinchas fueron "detenidos arbitrariamente" y que sus derechos fueron vulnerados durante el procedimiento policial. Correa calificó lo ocurrido como un "acto de linchamiento" y mencionó "actos criminales, intentos de homicidio, vejaciones y violación a los derechos humanos", atribuyendo parte de la responsabilidad al club organizador y a agentes estatales.

Mientras tanto, dos simpatizantes de Independiente continúan detenidos tras ser captados en video agrediendo a un hincha chileno fuera del estadio. El caso ha generado atención pública y tensiones diplomáticas, poniendo en cuestión el accionar policial y la organización de eventos deportivos internacionales en Argentina. Las consecuencias del incidente y las denuncias de Azul Azul podrían tener repercusiones en futuras relaciones entre ambos países y en la regulación de la seguridad en espectáculos deportivos.