El hallazgo de restos óseos en una vivienda de La Calera, Córdoba, ha generado inquietud y expectativa entre los vecinos del barrio La Isla. El episodio ocurrió este martes, cuando una mujer que realizaba refacciones en su casa ubicada sobre la calle Avellaneda al 1100, se topó con huesos enterrados mientras excavaba un pozo para los cimientos. Ante la sorpresa, la propietaria alertó de inmediato a la Policía, que acudió al lugar, delimitó el área y recibió los restos, previamente colocados en una caja por la dueña de casa.

Poco después, personal de la Policía Judicial se presentó en la vivienda para retirar los huesos y someterlos a análisis forense. El objetivo principal de los peritajes es determinar si los restos corresponden a un ser humano y, en caso afirmativo, establecer su antigüedad. Hasta el momento, las autoridades no han brindado precisiones sobre la procedencia de los huesos y el caso permanece bajo investigación.

Durante el operativo, varios vecinos se acercaron a dialogar con los oficiales y compartieron una versión que circula desde hace años en el barrio: la posible existencia de un antiguo cementerio aborigen en la zona. Sin embargo, esta hipótesis no ha sido corroborada por fuentes oficiales y depende de los resultados de las pericias para saber si tiene sustento.

El hallazgo mantiene en vilo a la comunidad, que espera con atención el informe oficial de la Policía Judicial. Por ahora, el misterio persiste y las autoridades han optado por el hermetismo, sin brindar más detalles sobre el avance de la investigación. El caso se suma a otros episodios recientes en Córdoba relacionados con restos óseos y seguridad barrial, lo que incrementa la preocupación de los habitantes.

A medida que avanza la investigación, la expectativa crece en La Calera, donde el descubrimiento ha reavivado historias y teorías sobre el pasado del barrio. La resolución del caso dependerá de los resultados forenses, que serán clave para esclarecer el origen y la naturaleza de los huesos encontrados.