Un grave episodio sanitario sacudió la localidad de Monte Quemado, en Santiago del Estero, cuando inspectores municipales clausuraron un puesto de comidas y detuvieron a su responsable por vender alimentos adulterados en la previa de la Fiesta de la Virgen del Carballo. El operativo, realizado el jueves 14 de agosto en la esquina de avenida Juan Domingo Perón y Lavalle, permitió incautar más de 25 kilos de milanesas y chorizos elaborados con papel higiénico y aderezos vencidos, productos considerados no aptos para el consumo humano.

El responsable del puesto, Marcos Rolando Ávila, oriundo de Tucumán, fue demorado por la Policía y quedó a disposición de la Justicia. Según el acta oficial, los alimentos presentaban deterioro avanzado, manipulación deficiente, falta de higiene y componentes de origen dudoso. El hallazgo se realizó tras la denuncia de otros feriantes, quienes advirtieron las irregularidades en la preparación de los alimentos. Inspectores municipales documentaron el procedimiento con fotografías y filmaciones, constatando la gravedad de la situación.

“Evitamos que decenas de personas consumieran alimentos que podían poner en serio riesgo su salud. El papel higiénico no solo es improcesable por el organismo, sino que puede provocar complicaciones digestivas severas”, indicaron fuentes municipales tras el operativo. Las autoridades procedieron a la clausura inmediata del local y adelantaron que se formalizaría una denuncia penal contra Ávila por delitos contra la salud pública. El Ministerio Público Fiscal de Santiago del Estero tomó intervención y no se descarta que el comerciante sea imputado y citado a declarar en los próximos días.

La Fiesta de la Virgen del Carballo, una de las celebraciones religiosas más importantes de Monte Quemado, reúne cada año a miles de peregrinos y vecinos de la región. El municipio aprovechó el episodio para reforzar el mensaje sobre la importancia de consumir únicamente alimentos habilitados y confiables, especialmente durante festividades masivas. La rápida intervención de las autoridades evitó lo que pudo haber sido un serio escándalo sanitario en pleno evento multitudinario, subrayando la relevancia de los controles bromatológicos en este tipo de celebraciones.

El caso generó preocupación entre los asistentes y puso en foco la necesidad de extremar las medidas de seguridad alimentaria en eventos públicos. Las autoridades recordaron que la venta de productos alimenticios no aptos para el consumo humano constituye un delito contra la salud pública y representa un riesgo directo para los consumidores. El episodio, que se viralizó en las últimas horas, podría derivar en sanciones severas para el responsable y en mayores controles en futuras celebraciones.