Una jornada marcada por la violencia sacudió Rosario este jueves, con tres hechos armados que dejaron como saldo un joven muerto y al menos siete personas heridas en distintos barrios de la ciudad. El episodio más grave ocurrió cerca de las 21 horas en la intersección de Presidente Quintana y Crespo, donde un joven de 26 años fue atacado a balazos. Su cuñado lo trasladó de urgencia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), escoltado por un móvil policial, pero los médicos constataron su fallecimiento debido a seis heridas de arma de fuego en el pecho y la espalda. Personal de la comisaría 21ª intervino en el caso, aunque hasta el momento no se difundieron detalles sobre los agresores ni las circunstancias del ataque.

Horas antes, en la zona sur de Rosario, dos personas resultaron heridas tras una balacera en Necochea al 3900. Vecinos alertaron a la policía por múltiples detonaciones contra una vivienda, perpetradas por al menos dos encapuchados en moto. Los agentes constataron impactos de bala en el frente de la casa y recolectaron cinco vainas servidas, pero el operativo se complicó cuando fueron agredidos con piedras desde una calle interna. Las víctimas, un hombre de 40 años y una mujer de 26, fueron derivadas al Hospital Roque Sáenz Peña, donde permanecen bajo observación médica por heridas de bala y fracturas.

En la zona noroeste, barrio Empalme Graneros, cinco jóvenes de entre 16 y 23 años fueron heridos en una cancha de fútbol durante un partido, cuando un hombre ingresó y abrió fuego contra los presentes. El ataque generó pánico y dispersión entre los asistentes, mientras la policía y Gendarmería Nacional resguardaron la zona y colaboraron en el traslado de los heridos a centros médicos. Los jóvenes permanecen internados y fuera de peligro, según los primeros reportes.

Hasta el momento, no hay detenidos por ninguno de los hechos y las fuerzas policiales mantienen una vigilancia reforzada en las zonas afectadas y hospitales. La reiteración de balaceras y la falta de avances en las investigaciones generan alarma entre los vecinos, quienes expresan temor por la escalada de violencia. Rosario continúa bajo la mirada de las autoridades locales y provinciales, que evalúan nuevas medidas de seguridad ante la persistencia de estos episodios.