Waldo Alexis Bilbao, considerado uno de los narcotraficantes más buscados de Santa Fe, fue detenido el pasado viernes en un departamento del barrio Martin, en Rosario, tras casi dos años prófugo. La captura se produjo luego de un operativo coordinado por la Central de Inteligencia y Operaciones Especiales (Ciope) y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) de la policía provincial, que culminó una investigación de ocho meses centrada en la vigilancia de su pareja, quien cumplía prisión domiciliaria en el mismo domicilio.

Según fuentes judiciales y policiales, la detención se realizó en un departamento de Colón al 1200, donde Bilbao residía junto a su familia. Durante el allanamiento, el sospechoso intentó ocultarse en un habitáculo especialmente construido en el baño, pero fue descubierto y reducido por los agentes. "Había adaptado la construcción dentro del mismo departamento con un lugar que oficiaría de escondite que no llegó a utilizar", explicó el secretario de Seguridad Pública, Omar Pereira, en conferencia de prensa.

La investigación sobre Bilbao y su entorno comenzó a finales de enero, tras una serie de atentados vinculados a su organización. Los agentes utilizaron técnicas de vigilancia encubierta, incluyendo el monitoreo de la pareja de Bilbao y el uso de drones y cámaras. La sospecha sobre la presencia de Bilbao en el domicilio se confirmó cuando los investigadores observaron la silueta de un hombre en el balcón y detectaron movimientos inusuales en la vivienda.

Bilbao, de 45 años, integraba junto a su hermano Brian —aún prófugo— una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína, con operaciones que abarcaban Rosario, Córdoba y Buenos Aires. Además, la banda era investigada por lavado de dinero a través de diversos emprendimientos comerciales e inmobiliarios. En 2023, la organización fue parcialmente desarticulada tras una serie de allanamientos, aunque los principales líderes lograron escapar.

El operativo de captura no requirió el pago de la recompensa de hasta 50 millones de pesos que ofrecía el gobierno provincial. Tras su detención, Bilbao fue trasladado a la cárcel de Piñero y se prevé su traslado al sistema penitenciario federal. Las autoridades destacaron la importancia de la cooperación entre fuerzas provinciales y federales, aunque no descartan investigar posibles negligencias en la vigilancia previa del domicilio. El caso pone de relieve la sofisticación de las redes narco en la región y la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y prevención.