La reciente detención de Waldo Bilbao, considerado uno de los prófugos más buscados de Santa Fe, representa un avance significativo en la lucha contra el narcotráfico en la región. El operativo, realizado el viernes por la noche en un departamento céntrico de Rosario, fue el resultado de meses de investigación y seguimiento por parte de la Unidad de Acciones Especiales y la Tropa de Operaciones Especiales de la provincia.

Bilbao, de 45 años, permanecía oculto desde hacía casi dos años y sobre él pesaba una recompensa de 50 millones de pesos. Al momento del allanamiento, intentó evadir a los efectivos escondiéndose en un ducto de cañerías acondicionado en el baño de su vivienda, una estrategia que recuerda los sistemas de fuga utilizados por narcos internacionales. Sin embargo, fue rápidamente reducido por los agentes, quienes habían detectado su presencia gracias a escuchas telefónicas y vigilancia sobre su entorno, especialmente su pareja Guadalupe Torres Servín, quien cumplía prisión domiciliaria en el mismo departamento.

La organización criminal liderada por los hermanos Bilbao operaba en Rosario, Córdoba y Buenos Aires, y tenía ramificaciones internacionales. Utilizaban avionetas para ingresar cocaína desde Bolivia y Paraguay, y lavaban el dinero a través de una red de negocios legales, que incluía teatros, bares, concesionarias de autos, empresas de publicidad y biodiésel, y compañías de taxis. El operativo "Cosecha Blanca" en 2023 permitió desmantelar parte de la red, aunque los principales líderes lograron evadir la captura en ese momento.

Tras su detención, Waldo Bilbao fue trasladado a la cárcel de Piñero y se espera que la Justicia Federal disponga su traslado al servicio penitenciario federal en los próximos días. Las autoridades provinciales destacaron la importancia del operativo y la efectividad de la vigilancia en zonas urbanas densamente pobladas, donde los prófugos suelen buscar refugio. El ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, señaló que la recompensa ofrecida no fue utilizada en este caso y que el dinero se destinará a incentivar la captura de otros prófugos.

A pesar del golpe a la estructura narco, la presión sobre la organización continúa, ya que Brian Bilbao, considerado el líder del clan, sigue prófugo y mantiene parte de la estructura económica y social del grupo. El gobierno provincial, a través del Programa Recompensas, busca reducir los niveles de violencia e impunidad, incentivando la colaboración ciudadana en la resolución de casos de alto perfil. La detención de Waldo Bilbao refuerza el compromiso de las fuerzas de seguridad en la lucha contra el crimen organizado y marca un precedente en la persecución de organizaciones criminales en la provincia.