El doble femicidio ocurrido en Bahía Blanca ha generado conmoción en la ciudad y la región. Adriana Miriam Velázquez, de 52 años, y su hija Mariana Belén Bustos, de 25, fueron encontradas calcinadas en una habitación de su vivienda ubicada en la calle Santa Fe al 2300, en el barrio Thompson, tras un incendio que se presume fue provocado de manera intencional.

La investigación, liderada por el fiscal Jorge Viego, apunta a Maximiliano Velázquez, primo de Adriana y tío de Mariana, como principal sospechoso. El hombre fue detenido en una finca del paraje Calderón, en las afueras de Bahía Blanca, donde se le secuestró una motocicleta roja que coincide con la vista por vecinos en la escena del crimen. Según fuentes policiales, los calcos identificatorios de la moto habrían sido arrancados poco antes de la captura, lo que se considera un intento de modificar su apariencia.

Vecinos del sector relataron haber escuchado detonaciones similares a disparos de arma de fuego alrededor de las 22:30 del martes, y observaron a un hombre salir en moto poco antes de que comenzaran las llamas. "El que sale de esa casa es él, esa es la realidad. Salió él y 10 minutos después ven el incendio", afirmó Julieta Benítez, nuera de una de las víctimas. Además, se detectó olor a nafta y rastros de combustible en la vivienda, lo que refuerza la hipótesis de un incendio provocado para borrar evidencias.

La familia de las víctimas sostiene que existían antecedentes de amenazas y denuncias previas. "Mi mamá y mi hermana tenían miedo", declaró Leandro, hijo y hermano de las fallecidas, quien también aseguró que ambas vivían para protegerse mutuamente. El barrio Thompson es descrito por los allegados como una comunidad unida y atenta, que colaboró activamente con la investigación aportando testimonios y registros de cámaras de seguridad.

La autopsia de los cuerpos no pudo completarse debido al estado en que fueron hallados, por lo que se esperan resultados complementarios en los próximos días. Mientras tanto, la fiscalía mantiene el hermetismo sobre los avances de la causa, que sigue tomando declaraciones y analizando pruebas para esclarecer el hecho.

El caso ha puesto en alerta a la comunidad de Bahía Blanca, que exige justicia y mayor protección ante hechos de violencia de género. Las autoridades continúan investigando las relaciones y posibles motivos detrás del crimen, mientras la ciudad permanece conmocionada por la tragedia.