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27 de septiembre de 2025
Salud
Buenos Aires

Un proyecto de ley podría prohibir la venta de cigarrillos electrónicos en Argentina para 2026

• Congreso debate prohibición de vapeadores para 2026 • Médicos apoyan medida por salud adolescente • Comerciantes temen impacto económico y mercado informal • Oposición propone regulación alternativa • Decisión clave para Argentina 🇦🇷

El Congreso argentino se encuentra en pleno debate sobre un proyecto de ley que podría prohibir la venta de cigarrillos electrónicos y líquidos de vapeo en todo el país a partir de 2026. La iniciativa, que busca proteger la salud pública y especialmente a los adolescentes, ha generado un intenso intercambio de posturas entre legisladores, especialistas en salud, comerciantes y fabricantes.

El texto del proyecto, actualmente en discusión en comisiones, propone vetar la comercialización de estos dispositivos, permitiendo excepciones únicamente para fines médicos o de investigación. Además, contempla sanciones económicas, decomiso de mercadería y controles fronterizos más estrictos para evitar el ingreso ilegal de productos. "Si hay daños, deben prevenirse; si hay dudas, debe primar la cautela", señalaron fuentes del Congreso, reflejando el tono prudente pero firme del debate.

Mientras tanto, organizaciones médicas y sociedades científicas han manifestado su apoyo a la prohibición, argumentando que "el objetivo es proteger a los adolescentes" y que la publicidad y los sabores facilitan la iniciación en el consumo de nicotina. Padres y docentes también han expresado preocupación por el vacío regulatorio que afecta a las escuelas y espacios públicos.

Por otro lado, comerciantes y fabricantes advierten sobre el impacto económico de la medida. "Si se aprueba así, el mercado se va a ir a la informalidad", afirmó un referente de tiendas del Área Metropolitana de Buenos Aires. El Ministerio de Economía anticipa efectos negativos en la recaudación fiscal y el empleo en la cadena de distribución, mientras analistas temen un corrimiento hacia la ilegalidad y la proliferación de productos sin control de calidad.

La oposición ha propuesto alternativas como la implementación de licencias, impuestos específicos y estándares de calidad, en lugar de un bloqueo total. Defensores del enfoque de reducción de daños sugieren empaques neutros, límites de nicotina y fiscalización intensiva como vías intermedias.

El debate se apoya en estudios que muestran riesgos respiratorios, exposición a nicotina y potencial de dependencia, especialmente en jóvenes. Aunque algunos trabajos plantean un posible menor daño respecto al cigarrillo convencional, persisten interrogantes sobre el uso dual, los efectos a largo plazo y el atractivo para menores.

En las próximas semanas, el proyecto podría recibir modificaciones, como una moratoria gradual, un esquema de licencias transitorias o más recursos para el control. El Congreso observa experiencias internacionales y busca equilibrar la protección de la salud pública, la economía y la efectividad de la regulación. Como resumió un legislador: "No decidimos sobre gadgets, decidimos sobre futuro".