Lisandro Catalán asumió este lunes como nuevo ministro del Interior en una ceremonia realizada en el Salón Blanco de la Casa Rosada, encabezada por el presidente Javier Milei. El evento, que contó con la presencia de todo el gabinete y periodistas, se desarrolló en un clima de alta tensión política, marcado por los recientes vetos presidenciales a leyes sobre financiamiento universitario y emergencia pediátrica.

La asunción de Catalán se produce en un momento clave para el Gobierno, que busca recomponer el diálogo con los gobernadores y asegurar apoyos legislativos. En los días previos, el flamante ministro mantuvo reuniones con mandatarios provinciales y, como parte de la estrategia oficial, se transfirieron $12.500 millones en Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a Misiones, Entre Ríos, Santa Fe y Chaco. Estos fondos, destinados a emergencias específicas, son interpretados como gestos para consolidar alianzas y garantizar votos en el Congreso.

En el Parlamento, la oposición convocó a sesiones especiales para tratar los vetos presidenciales. Se espera una votación ajustada, especialmente en Diputados, donde la oposición confía en reunir los dos tercios necesarios para rechazar los vetos y promulgar las leyes. Sin embargo, el Gobierno apuesta a dividir bloques y negociar ausencias estratégicas para sostener sus decisiones.

Durante la ceremonia, Milei escenificó su respaldo al gabinete, en medio de rumores de cambios internos tras la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires. "Vamos a poner todo el esfuerzo para tener una relación más fluida con las provincias", afirmó Catalán ante la prensa, subrayando el compromiso de fortalecer el diálogo federal. El presidente, por su parte, mostró gestos de unidad y fortaleza, abrazando a sus ministros y funcionarios.

La designación de Catalán responde a la necesidad de mejorar la gestión política y legislativa, tras una serie de derrotas parlamentarias. El Gobierno enfrenta el desafío de recomponer relaciones con los gobernadores y asegurar la aprobación de su agenda, mientras la oposición articula alianzas para insistir con las leyes vetadas.

El día culminará con la presentación del presupuesto 2026, que Milei anunciará por cadena nacional, en un intento por marcar el rumbo económico y político del país. Analistas destacan la estrategia oficial de mostrar unidad y fortaleza, aunque advierten que el resultado de las votaciones en el Congreso será decisivo para el futuro del Gobierno.