La Unión Cívica Radical (UCR) se prepara para renovar su conducción nacional este viernes, en una jornada clave para el futuro del partido. El plenario de delegados, integrado por 102 representantes de todo el país, se reúne en la sede de la calle Alsina en Buenos Aires para elegir al sucesor de Martín Lousteau. En medio de una fuerte fragmentación interna y tras la caída de la representación parlamentaria, la UCR busca redefinir su perfil y su estrategia frente al gobierno de Javier Milei.

Leonel Chiarella, intendente de Venado Tuerto, Santa Fe, se perfila como el principal candidato a la presidencia del Comité Nacional. Con 36 años y una reelección lograda con el 83% de los votos, Chiarella representa la apuesta por la renovación y la gestión local exitosa. Su postulación cuenta con el respaldo de los gobernadores de Provincias Unidas y Evolución, entre ellos Maximiliano Pullaro, Gustavo Valdés y Carlos Sadir, así como de sectores liderados por Lousteau y Morales.

La candidatura de Chiarella surge tras la negativa de figuras de peso como Gustavo Valdés y Alfredo Cornejo, quienes declinaron asumir la conducción partidaria. "Es muy difícil ser presidente del Comité Nacional ahora. Hay que ver quién se anima a poner la cara y recibir sopapos de todos lados", reconocieron fuentes cercanas a los gobernadores. La decisión de apostar por un dirigente joven busca enviar una señal de renovación y unidad en un partido marcado por las divisiones y la pérdida de protagonismo nacional.

El nuevo presidente tendrá el desafío de unificar las distintas corrientes internas y definir el rol de la UCR frente al oficialismo. Mientras algunos sectores promueven una postura opositora firme a La Libertad Avanza, otros buscan un enfoque más pragmático para negociar recursos y políticas con el gobierno nacional. "Queremos apostar a un referente joven y a los intendentes", señalaron desde Evolución, el espacio de Lousteau.

La elección también estará marcada por la disputa de otros cargos clave, como la vicepresidencia, donde sectores identificados con el pañuelo verde impulsan a Natalia Jañez. El resultado del plenario no solo definirá la conducción del partido, sino también el perfil que adoptará el radicalismo de cara a las próximas elecciones presidenciales de 2027, en un contexto de crisis de representatividad y búsqueda de unidad.