La micropyme Naranja Mandarina, dedicada a la fabricación y venta de ropa infantil en Junín, provincia de Buenos Aires, enfrenta una situación crítica tras un fallo de la justicia laboral que la condena a pagar $190 millones y un embargo de $330 millones, cifra que supera ampliamente su facturación anual. La empresa, que cuenta con solo tres empleados directos y más de quince colaboradores indirectos, se encuentra al borde de la quiebra y con su actividad completamente paralizada.

El conflicto se originó en 2022, cuando un distribuidor que trabajaba con la marca se consideró despedido y presentó una demanda laboral. Aunque la empresa argumentó que el caso debía tramitarse en el fuero comercial, la justicia bonaerense lo encuadró como un conflicto laboral y consideró al distribuidor como "viajante de comercio". Inicialmente, la condena fue de $14 millones, pero la aplicación del controvertido "fallo Barrios", sumado a intereses y multas, elevó la cifra a $190 millones. Posteriormente, el Tribunal Laboral de Junín impuso un embargo de $330 millones sobre las cuentas de la empresa, lo que paralizó su giro comercial.

Mariana Cademartori, socia mayoritaria de Naranja Mandarina, explicó: "No podés cobrar, no podés pagar a proveedores ni a empleados, ni impuestos. Todos los cheques te vuelven, el giro comercial está roto". La empresaria suspendió la próxima temporada y advirtió que, si la Corte Suprema bonaerense no acepta el recurso presentado antes de la feria judicial, la quiebra será inevitable.

El caso de Naranja Mandarina se suma a otros similares, como el del restaurante Piegari en la Ciudad de Buenos Aires, y pone en evidencia el impacto de la creciente litigiosidad laboral sobre las pymes argentinas. Según datos recientes, la provincia de Buenos Aires concentra el 39% de los litigios laborales del país, con un aumento del 5,1% en 2025 respecto al año anterior.

La situación ha generado preocupación en la comunidad y entre los colaboradores de la empresa, quienes han expresado su apoyo. Sin embargo, la empresaria advierte sobre la gravedad del problema: "La realidad es muy angustiante". El desenlace del caso dependerá de la decisión de la Corte bonaerense, mientras crece el debate sobre la necesidad de reformas en el sistema judicial laboral para evitar la desaparición de pequeñas empresas.