El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, desmintió este viernes la veracidad de una foto que lo mostraba comprando un iPhone en un Apple Store de Nueva York. La imagen, que se viralizó rápidamente en redes sociales y fue difundida por cuentas libertarias y medios afines al gobierno de Javier Milei, generó un intenso debate sobre la autenticidad de la información y el uso político de las redes.

Kicillof, quien regresó al país tras participar en un foro internacional en homenaje al expresidente uruguayo José Mujica, utilizó su cuenta de X para aclarar que la foto era falsa. "La foto mía es falsa, no fui de compras, no me corté el pelo, no llevé un traje negro a Estados Unidos", escribió el gobernador, adjuntando una imagen comparativa que diferenciaba entre la supuesta foto y una imagen real de Milei junto a Donald Trump. "La imagen de Milei entregando la política económica a Trump es tristemente verdadera. Dejen de estafar, de mentir y de fabricar fakes que no causan gracia. Póngase de una vez a gobernar en favor de Argentina", agregó Kicillof en su publicación.

La foto fue compartida por el portal La Derecha Diario y por usuarios con gran cantidad de seguidores, alcanzando cientos de miles de visualizaciones. El debate se intensificó cuando usuarios comenzaron a analizar la imagen, señalando incongruencias en el mobiliario y posibles fallas de inteligencia artificial, lo que reforzó la hipótesis de que se trataba de una manipulación digital.

La viralización de la imagen también generó respuestas de trolls y políticos, incluyendo críticas sobre la gestión de Kicillof y la situación social en la provincia de Buenos Aires. El presidente del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara baja bonaerense, Agustín Romo, respondió: "Tu gobierno dejó al 70% de los chicos menores de 14 años abajo de la línea de pobreza. Vos no podés hablar de gobernar en favor de la Argentina".

Este episodio se da en el contexto de la visita de Milei a Estados Unidos, donde mantuvo reuniones con Donald Trump y recibió anuncios de respaldo económico, incluyendo la negociación de un swap de 20.000 millones de dólares. Mientras tanto, Kicillof participó en actividades internacionales, lo que fue aprovechado por sus detractores para difundir la imagen falsa.

El caso pone de relieve la creciente utilización de noticias falsas y desinformación en el debate político argentino, así como la importancia de la verificación de datos en la era digital. Las implicaciones futuras apuntan a una mayor polarización y a la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y verificación en redes sociales.