Volver a noticias
9 de junio de 2025
Salud
Argentina

Los productos cotidianos que te están envenenando lentamente

- Productos cotidianos contienen químicos invisibles que afectan la salud y el ambiente - Falta de regulación y pruebas de seguridad - Expertos piden mayor conciencia y acción colectiva #Salud #MedioAmbiente #ConsumoResponsable

Los productos cotidianos que te están envenenando lentamente - Image 1
Los productos cotidianos que te están envenenando lentamente - Image 2
Los productos cotidianos que te están envenenando lentamente - Image 3
1 / 3

Un informe reciente ha puesto en el centro del debate la presencia de sustancias químicas peligrosas en productos de uso cotidiano, como ropa, cosméticos, envases y dispositivos electrónicos. Según Darin Olien, autor de "Fatal Conveniences", la exposición diaria a estos compuestos, sumada a la falta de regulación efectiva, representa una amenaza creciente para la salud pública y el medio ambiente.

Olien advierte que la mayoría de los consumidores desconoce los riesgos asociados a productos normalizados en la vida moderna. "Todo lo que usamos, compramos, comemos, vestimos, está lleno de amenazas invisibles", afirmó en una entrevista. Ejemplos concretos incluyen botellas plásticas que liberan microplásticos y ftalatos, cosméticos con disruptores hormonales y envases de comida rápida recubiertos con "forever chemicals" (POS/PFAS), compuestos que no se degradan y permanecen en el organismo durante décadas.

Estudios citados en el libro y la entrevista revelan que el 90% de la población tiene POS/PFAS en la sangre, y que más de 200 sustancias químicas han sido detectadas en la sangre de recién nacidos, el 75% de ellas asociadas a enfermedades graves. La industria textil, por su parte, es señalada como el segundo mayor contaminante global, utilizando hasta 8.000 químicos diferentes en la fabricación de una sola prenda.

La regulación actual es considerada insuficiente. Greg Renfrew, fundadora de Beauty Counter, sostiene que "no es la empresa la que debe demostrar que un producto es seguro antes de lanzarlo al mercado; solo cuando el peligro es abrumador e imposible de ignorar, las autoridades intervienen". Esta lógica reactiva ha permitido la introducción de decenas de miles de sustancias químicas sin estudios previos de seguridad.

El fenómeno del "greenwashing" complica aún más la situación, ya que muchas empresas utilizan etiquetas engañosas para aparentar ser ecológicas o saludables. Ante este panorama, expertos y activistas promueven la información, el consumo consciente y la presión colectiva como herramientas clave para exigir cambios regulatorios y proteger la salud y el planeta. Organizaciones como Environmental Working Group ofrecen guías y certificaciones para identificar productos más seguros, mientras que Olien insiste en que "un solo consumidor no cambia el mundo, pero millones de decisiones conscientes sí pueden hacerlo".