Las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires se desarrollan en un clima de alta tensión política y económica, con el gobierno de Javier Milei enfrentando una de sus pruebas más difíciles desde el inicio de su gestión. La importancia de estos comicios radica en que la provincia concentra cerca del 40% del padrón nacional, por lo que su resultado tendrá un impacto directo en el escenario político argentino.

La campaña oficialista de La Libertad Avanza (LLA) llega marcada por profundas divisiones internas, un escándalo de corrupción que involucra a la Agencia Nacional de Discapacidad y a figuras cercanas al presidente, y una serie de derrotas legislativas que han debilitado la posición del Ejecutivo. El caso de los audios filtrados de Diego Spagnuolo, exfuncionario y amigo presidencial, ha salpicado a Karina Milei y al clan Menem, erosionando la imagen de transparencia que el gobierno buscaba proyectar. La reacción oficial, que incluyó intentos de prohibir la difusión de los audios, fue criticada tanto por la oposición como por sectores internos del oficialismo.

En el Congreso, el oficialismo sufrió un revés histórico cuando el Senado rechazó el veto presidencial a la ley de emergencia en discapacidad, obligando al Ejecutivo a aplicar la norma. Esta derrota, la primera de este tipo en 22 años, evidenció la dificultad del gobierno para articular alianzas y controlar la agenda legislativa. Las tensiones con el PRO y la falta de coordinación en la fiscalización electoral han complicado aún más la campaña en territorio bonaerense.

El oficialismo ha intentado minimizar el impacto de una posible derrota, presentando cualquier resultado ajustado como un avance. Sin embargo, analistas y empresarios advierten sobre la creciente fragilidad del gobierno y la posibilidad de un reacomodamiento interno si el resultado es adverso. La oposición, por su parte, busca capitalizar la crisis oficialista y consolidar su posición en el Congreso.

El desenlace de las elecciones bonaerenses será determinante para el futuro político de Karina Milei y la estrategia nacional de La Libertad Avanza, en un contexto de incertidumbre económica y creciente desconfianza tanto en el ámbito local como internacional.