Nahir Galarza, quien cumple una condena a prisión perpetua por el asesinato de Fernando Pastorizzo en 2017, presentó un pedido ante la Justicia de Entre Ríos para que se le permita acceder a un teléfono celular y utilizar redes sociales desde la cárcel. La solicitud fue realizada por su nuevo abogado, Augusto Lafferriere, ante el Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Gualeguaychú, bajo la titularidad de la jueza Elena Margarita Vicari.

La defensa argumentó que Galarza ha demostrado buen comportamiento durante su tiempo en la Unidad Penal N°6 de Paraná, donde completó más de 15 cursos y actualmente estudia Psicología Social. Además, destacaron que ha respetado las normas de conducta impuestas por el régimen penitenciario. El Ministerio Público Fiscal tiene un plazo de 24 horas para expedirse sobre la solicitud, que busca permitirle a la interna acceder a un dispositivo móvil con conexión a internet y redes sociales.

El caso reaviva el debate sobre los derechos de comunicación de las personas privadas de libertad. En 2019, Galarza fue sancionada tras publicar fotos en Facebook desde su celda, lo que derivó en la incautación de un celular y un periodo de aislamiento. Desde entonces, no volvió a tener presencia en plataformas digitales.

En paralelo, la Justicia autorizó a Galarza a recibir visitas conyugales y rendir exámenes virtuales de la carrera que cursa a distancia. Su abogado también evalúa solicitar un indulto y otros beneficios penitenciarios en el futuro, como salidas transitorias a partir de 2031, cuando se cumpla la mitad de la condena.

El pedido de acceso a redes sociales ha generado opiniones divididas en el ámbito judicial y en la sociedad, reabriendo la discusión sobre los límites y derechos de los internos en el sistema penitenciario argentino. La resolución judicial aún está pendiente y se espera que el Ministerio Público Fiscal defina en breve si corresponde otorgar el beneficio solicitado.