Kshamenk, la histórica orca de Mundo Marino y la última en cautiverio de América Latina, falleció este fin de semana en San Clemente del Tuyú a los 33 años. El deceso, confirmado por el parque y su equipo veterinario, se produjo a causa de un paro cardiorrespiratorio, presuntamente vinculado a su avanzada edad. La noticia fue comunicada oficialmente por Mundo Marino, que destacó el esfuerzo y dedicación de los profesionales que cuidaron al animal durante más de tres décadas.

Kshamenk fue rescatada en 1992 tras un varamiento en la Ría de Ajó, provincia de Buenos Aires. Según relataron los especialistas, el animal fue hallado solo y en estado crítico, lo que motivó su traslado al parque con la aprobación de las autoridades nacionales. Desde entonces, la orca se convirtió en una de las principales atracciones del parque, participando en shows, programas de televisión y películas, y dejando una huella en la memoria colectiva de varias generaciones de visitantes.

El equipo de Mundo Marino explicó que, debido a su condición y la pérdida de su grupo familiar, la reinserción de Kshamenk en su hábitat natural resultó inviable. "Era parte de nuestra familia. Nos queda la tranquilidad de que lo hemos cuidado con todo nuestro amor y la certeza de que lo que él nos ha enseñado es un legado invaluable", expresó Juan Pablo Loureiro, jefe veterinario del parque. Florencia Speciale, una de sus cuidadoras, agregó: "Kshamenk nos enseñó mucho sobre el amor y sobre cómo podemos entendernos sin compartir el mismo lenguaje".

La muerte de Kshamenk reavivó el debate sobre el cautiverio y bienestar animal en Argentina. Mientras algunos visitantes y figuras públicas recordaron con nostalgia sus experiencias en el parque, otros, incluidos activistas y especialistas, criticaron la explotación y el sometimiento de animales en ambientes artificiales. El veterinario Alfio Carrizo señaló: "No se trata de maltrato animal en sí, pero sí de explotación, ya que fueron criados en un ambiente que no es el natural y con fines de lucro".

Kshamenk también fue protagonista en la cultura popular argentina, participando en la telenovela "Nano" y en programas como "Videomatch". Su historia, marcada por la controversia y el afecto de quienes la conocieron, deja un legado que seguirá alimentando la discusión sobre el futuro de los parques acuáticos y el trato a los animales en cautiverio.