El Tribunal Oral en lo Criminal N°24 de Buenos Aires dictó una condena de ocho años de prisión para un masajista de 43 años, acusado de abusar sexualmente de tres mujeres en su local de Palermo entre 2020 y 2022. La sentencia, que unificó tres causas —dos por abuso sexual simple y una por abuso sexual con acceso carnal—, ordenó la inmediata detención del acusado, aunque la defensa solicitó que permanezca bajo prisión domiciliaria hasta que la condena quede firme.

El proceso judicial, iniciado en mayo de este año, incluyó el testimonio de más de 20 personas y reveló el modus operandi del condenado, quien ofrecía promociones y técnicas de masajes para atraer a sus víctimas, ganarse su confianza y luego aislarlas en una sala privada donde cometía los abusos. A pesar de denuncias previas en su contra, el acusado continuó atendiendo durante años, lo que permitió que se produjeran nuevos hechos.

Una de las víctimas, identificada como V para preservar su identidad, relató que el abuso ocurrió en abril de 2022 durante una sesión de masajes en el local "Freedom" de Palermo. V explicó que el acusado la llevó a una habitación apartada, esperó a que el local quedara vacío y, tras hacerle preguntas personales, utilizó esa información para detectar su vulnerabilidad y luego abusar de ella. "Estaba aterrorizada, tenía terror de levantarme o gritar y que él me hiciera algo peor", declaró V, quien posteriormente inició tratamiento psiquiátrico por estrés postraumático y ansiedad.

La investigación reveló que el acusado ya había sido denunciado por otras dos jóvenes en 2020, en circunstancias similares, pero ninguna de las causas avanzó lo suficiente como para impedir que siguiera trabajando. Las tres denuncias se unificaron en un único expediente, y durante el juicio las víctimas relataron no solo los abusos sufridos, sino también el proceso judicial, que describieron como "desgastante y frustrante". V expresó: "Aún no sé bien si esto es justicia o no, porque a mí nadie me devuelve estos años ni me borra lo que hizo. Pero tengo la certeza de que no va a volver a abusar de ninguna mujer más. Y eso para mí es una batalla ganada".

Las víctimas también criticaron la actuación del tribunal, señalando que la calificación legal fue modificada en algunos casos y que el sistema judicial resultó lento y revictimizante. La defensa del acusado solicitó prisión domiciliaria y planea recurrir la sentencia ante la Cámara de Casación. El caso pone en evidencia las dificultades que enfrentan las víctimas de abuso sexual en el proceso judicial y la necesidad de mejorar los mecanismos de protección y acompañamiento.