Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) concretó este jueves una exitosa colocación de $30.000 millones en el mercado de capitales, marcando su regreso a esta vía de financiamiento por primera vez desde el gobierno de Mauricio Macri. La operación, realizada a través de la Serie I de su Fideicomiso Financiero “AySA I”, despertó un fuerte interés entre los inversores, con ofertas que superaron el 100% del monto previsto y alcanzaron los $61.257 millones.

El instrumento financiero, emitido bajo el Programa Global "SECUVAL III" y con una tasa TAMAR + 6,8%, no requirió avales del Estado Nacional, operando de forma autónoma mediante la cesión de derechos de cobro futuros de servicios pagados con tarjetas de crédito y débito. Los fondos obtenidos serán destinados al plan de obras 2024-2026, orientado a mejorar la calidad del servicio de agua y saneamiento que AySA presta a unos 15 millones de usuarios en la Ciudad de Buenos Aires y 26 partidos del conurbano bonaerense.

La colocación se produce en el marco de la inminente privatización de la empresa estatal, prevista para el primer trimestre de 2026. El Gobierno planea transferir el 90% del paquete accionario a inversores privados, mientras que el 10% restante quedará en manos de los empleados, representados por el sindicato. El proceso, habilitado por la Ley Bases y el decreto 493/2025, cuenta con el asesoramiento de la Corporación Financiera Internacional y busca replicar el esquema de concesiones aplicado en los años 90.

Desde la empresa y fuentes oficiales se destaca que la exitosa colocación ratifica la confianza del mercado y la eficiencia de la estructura financiera propuesta. Además, se subraya que el movimiento permite anticipar ingresos futuros y aporta previsibilidad financiera, sin recurrir al endeudamiento bancario tradicional. Directivos de AySA consideran que la empresa debe operar como privada y no descartan nuevas emisiones de deuda en el futuro, aunque prevén que para entonces la compañía ya esté en manos privadas.

El proceso de privatización ha generado interés internacional, con sondeos de fondos y empresas extranjeras. En paralelo, se han introducido cambios regulatorios para hacer más atractivo el negocio, como la posibilidad de cortar el servicio por mora en el pago, incluso en usuarios residenciales. Desde su estatización en 2006, AySA requirió aportes estatales por US$13.400 millones hasta 2023 para cubrir el déficit operativo, lo que refuerza la necesidad de avanzar hacia un modelo de gestión privada. El llamado a licitación para la privatización se espera para febrero de 2026, consolidando así una etapa de transición clave para la empresa y el sector de servicios públicos en Argentina.