El triple crimen de Florencio Varela, que tuvo como víctimas a Brenda del Castillo (20), Morena Verri (20) y Lara Gutiérrez (15), ha sacudido a la sociedad argentina. Las jóvenes desaparecieron el viernes 19 de septiembre en La Matanza, tras subir a una camioneta con patente adulterada. Días después, sus cuerpos fueron hallados enterrados en un pozo ciego en una vivienda de Florencio Varela, tras una intensa búsqueda policial.

La investigación apunta a un ajuste de cuentas narco como principal hipótesis. Según fuentes judiciales y familiares, el detonante habría sido el robo de un alijo de cocaína a una banda liderada por un capo narco de nacionalidad peruana, quien permanece prófugo. "Se dice que supuestamente la hermana de Lara adormeció al hijo de un narco y le robó kilos de cocaína", declaró Sabrina, madre de Morena Verri, en una entrevista televisiva. Las torturas y asesinatos habrían sido transmitidos en vivo por redes sociales, como advertencia para quienes desafíen a la organización criminal.

Las autopsias revelaron un nivel de violencia atroz: Lara fue mutilada y asesinada de una puñalada en el cuello, mientras que Brenda y Morena sufrieron golpes, puñaladas y fracturas. El jefe narco habría dicho: "Así les va a los que me roban", según testimonios recogidos por la prensa.

El caso generó una ola de tensión y violencia entre las familias de las víctimas. Agostina, hermana de Lara, denunció ataques a tiros contra su vivienda y acusaciones cruzadas en redes sociales. "Estoy haciendo el duelo de mi hermana y me venís a acusar a mí de que yo entregué a mi hermana. Hijo de puta, me venís a tirar tiros a mi casa. Andá a buscar a los peruanos. Yo también la perdí a mi hermana", publicó en Instagram.

Hasta el momento, la policía ha detenido a 12 personas vinculadas a la banda narco, tras allanamientos en la villa Zavaleta. Sin embargo, el autor intelectual sigue prófugo. El triple crimen expone la problemática del narcotráfico y la inseguridad en el conurbano bonaerense, así como la desconfianza de las familias en las instituciones de seguridad y justicia. "Nosotros queríamos a nuestras primas vivas, ahora que hagan lo que quieran. Mucho no esperamos, por lo menos hablo por mí. No les importa, porque nosotros no tenemos poder", expresó Federico, primo de Brenda y Morena.

La sociedad exige justicia y mayor protección, mientras el dolor y el miedo persisten en Florencio Varela y La Matanza. El caso sigue bajo investigación, con la esperanza de que se esclarezcan los hechos y se castigue a los responsables.