El triple crimen de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en Florencio Varela ha sacudido a la sociedad argentina y puesto en el centro del debate la violencia narco y la seguridad pública. Las tres jóvenes fueron asesinadas y sus cuerpos enterrados en una vivienda del distrito, en un hecho que las autoridades califican como de extrema brutalidad.

La investigación, liderada por el fiscal Arribas, avanza con la detención de siete personas, entre ellas presuntos autores materiales y cómplices en el traslado y ocultamiento de los cuerpos. Ariel Giménez, señalado como quien cavó el pozo donde fueron enterradas las víctimas, fue indagado tras ser arrestado en La Matanza. Posteriormente, se realizó una carpeta de hormigón sobre el lugar para ocultar los restos. Florencia Ibáñez, sobrina de uno de los detenidos, fue arrestada tras brindar una entrevista televisiva, y su abogado sostiene que es inocente y que fue amenazada de muerte.

El presunto autor intelectual, Tony Janzen Valverde Victoriano, alias "Pequeño J", es buscado por las autoridades con pedido de captura nacional e internacional. Según fuentes peruanas, Valverde Victoriano no tiene antecedentes en su país y se sospecha que utiliza un pasaporte falso para moverse entre fronteras. El caso ha sido definido por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, como un "narcofemicidio", y ha solicitado al presidente Javier Milei una reunión de gobernadores para diseñar una estrategia nacional contra el narcotráfico.

Las familias de las víctimas han denunciado irregularidades en la investigación y la falta de apoyo político. Sabrina, madre de Morena Verdi, expresó su disconformidad con el accionar policial y pidió que el caso pase a la Justicia federal. El abogado Fernando Burlando, representante de parte de las familias, instó a la sociedad a enfocar el debate en el poder del narcotráfico y su impunidad. Por su parte, el vocero presidencial subrayó la gravedad de la violencia narco y la necesidad de abordar el problema desde una perspectiva nacional.

El triple crimen ha generado un profundo impacto en Florencio Varela y en todo el país, reavivando el debate sobre la seguridad, el narcotráfico y la respuesta de las autoridades. El avance de la investigación y la búsqueda de "Pequeño J" mantienen en vilo a la comunidad, mientras las familias de las víctimas exigen justicia y mayor compromiso político. El caso podría marcar un antes y un después en la lucha contra el crimen organizado en la provincia de Buenos Aires.