Las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires iniciaron este domingo con notorias demoras en la apertura de mesas, generando malestar y desconcierto entre los votantes. La falta de autoridades de mesa fue el principal motivo de los retrasos, que se repitieron en escuelas de La Plata, Avellaneda, Vicente López, Mar del Plata y otros distritos. En algunos casos, los votantes debieron esperar más de una hora en la puerta de los establecimientos, soportando el frío de la mañana y la incertidumbre sobre si podrían cumplir con su deber cívico.

En la Escuela Normal Mixta de Avellaneda, la mesa 7 permaneció cerrada por más de una hora ante la ausencia de presidente y suplente, mientras que en La Plata y Mar del Plata, ciudadanos designados como presidentes de mesa intentaron huir, siendo interceptados por la policía y obligados a asumir la función. "Me tengo que ir a trabajar, es increíble, es el primer año que me pasa algo así", expresó un votante a La Nación, reflejando el fastidio generalizado.

La jornada también estuvo marcada por hechos insólitos y protestas. En Vicente López, la votación de Karina Milei estuvo rodeada de incidentes con la prensa y manifestaciones, mientras que en Tigre y Lanús se registraron protestas por casos de violencia institucional y reclamos de justicia. Además, la Policía Federal detuvo a prófugos de la justicia que intentaron votar, y se denunciaron robos en domicilios durante el horario electoral.

El colapso de la web del padrón electoral complicó la consulta de lugares de votación, sumando confusión a una jornada ya tensa. Hasta el mediodía, la participación era baja, con menos del 30% del padrón habiendo emitido su voto, según datos oficiales.

En juego están 46 bancas de diputados y 23 de senadores provinciales, además de concejales y consejeros escolares en 135 municipios. La elección es clave para el respaldo legislativo del gobernador Axel Kicillof y representa un test para el gobierno nacional de La Libertad Avanza antes de los comicios nacionales de octubre.

A pesar de las declaraciones oficiales que aseguraban un inicio "con orden y tranquilidad", el clima predominante fue de desilusión y desconfianza hacia el sistema electoral. Votantes y fiscales coincidieron en señalar la desorganización y la falta de respuestas claras como factores que profundizan el desgaste social y la desconfianza en las instituciones. La jornada electoral bonaerense, lejos de la normalidad esperada, reflejó el clima de tensión y resignación que atraviesa a buena parte de la sociedad argentina.