Rosario vivió una jornada marcada por la violencia narco este lunes, con tres balaceras que dejaron un saldo de nueve heridos, entre ellos Dylan Cantero, hijo del fundador de la banda criminal Los Monos. El joven de 21 años fue atacado en barrio La Granada, el mismo lugar donde había sido baleado en octubre. Recibió múltiples disparos en el abdomen y la región lumbar, y permanece internado en grave estado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). Junto a él, sus sobrinas de 12 años y 19 meses también resultaron heridas, aunque se encuentran fuera de peligro.

El ataque se produjo cuando un vehículo pasó por la casa de la hermana de Cantero y abrió fuego, alcanzando a los presentes. La policía secuestró 33 vainas servidas y constató 10 impactos de bala en la zona. El fiscal Patricio Saldutti está a cargo de la investigación, que se centra en la hipótesis de disputas entre bandas narco, especialmente entre Los Monos y Los Menores.

Poco después, otras dos balaceras se registraron en distintos puntos de la ciudad. Una de ellas afectó a miembros del clan Caminos, ligados al narcomenudeo y a la barra brava de Newell's Old Boys. Los heridos fueron trasladados a hospitales locales, y las autoridades confirmaron que las armas utilizadas en los ataques serían pistolas calibre 9 milímetros. Se investiga si se empleó la misma arma en los distintos hechos.

El secretario de Seguridad Pública de Santa Fe, Omar Pereira, atribuyó la violencia a una "reconfiguración de bandas y territorios relacionados con la venta de droga" y destacó el nuevo perfil de delincuentes, cada vez más jóvenes. Pereira señaló que las medidas de seguridad se están reforzando y que el gobierno provincial mantiene reuniones con el Ministerio Público de la Acusación para evaluar los pasos a seguir.

La ciudad de Rosario atraviesa un proceso de reconfiguración criminal tras la detención de varios cabecillas y el avance de operativos policiales. Las disputas entre Los Monos y Los Menores han generado una escalada de violencia, con episodios de venganzas y ataques armados. Las autoridades advierten que estos hechos pueden desencadenar nuevos episodios similares, mientras continúan las investigaciones y el refuerzo de controles en la ciudad.