El gobierno de Javier Milei aceleró en diciembre el envío de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a provincias aliadas, en un contexto de intensas negociaciones parlamentarias por la aprobación del Presupuesto 2026. Según datos oficiales y de la consultora Politikon Chaco, hasta el viernes pasado se distribuyeron $43.000 millones, una cifra que supera lo enviado en los últimos cinco meses combinados.

Las provincias de Tucumán, Misiones y Chaco fueron las principales beneficiadas, recibiendo $20.000 millones, $12.000 millones y $11.000 millones respectivamente. Además, se prevé que en los próximos días Catamarca, Entre Ríos y Salta reciban fondos devengados por $10.500 millones, $7.000 millones y $6.000 millones, respectivamente. Este reparto ocurre en la antesala de la votación del Presupuesto 2026 y otros proyectos clave, como la "inocencia fiscal" y la prohibición legal del déficit fiscal.

El ministro del Interior, Diego Santilli, ha estado al frente de las negociaciones con los gobernadores, buscando asegurar los votos necesarios en el Congreso. Voceros del Ministerio del Interior señalaron que Santilli está "abocado 100 por ciento a la estrategia parlamentaria", manteniendo contacto directo con legisladores y mandatarios provinciales.

El ATN es un fondo federal que históricamente ha sido utilizado como herramienta política para fortalecer alianzas. En noviembre, el gobierno no distribuyó fondos, pero diciembre se convirtió en un mes récord en la era Milei. Tucumán lidera la recepción de ATN en 2025 con $35.000 millones, seguida por Misiones y Chaco con $19.000 millones y $18.000 millones respectivamente.

El reparto favorece principalmente a gobernadores considerados aliados o con posturas dialoguistas, como Osvaldo Jaldo (Tucumán), Hugo Passalacqua (Misiones) y Leandro Zdero (Chaco). Algunos de estos mandatarios han roto con el peronismo tradicional para acercarse al oficialismo. Sin embargo, se anticipa que, una vez aprobado el Presupuesto, podrían resurgir tensiones con provincias que no han sido beneficiadas por estos fondos.

El contexto de este movimiento financiero es la necesidad del gobierno de asegurar apoyo legislativo en un escenario de restricciones fiscales y disputas políticas por la distribución de recursos federales. La reciente ratificación en el Congreso de una nueva ley de distribución de ATN, vetada por Milei, añade un elemento de incertidumbre sobre el futuro de estos fondos y su uso como herramienta de negociación política.