Eva Giberti, destacada psicóloga, psicoanalista y referente en la defensa de los derechos humanos, falleció este domingo a los 96 años en la Ciudad de Buenos Aires, según informó su familia. Giberti fue una figura central en la transformación de la psicología y la promoción de los derechos de mujeres, niños y adolescentes en Argentina, con una trayectoria que abarcó más de seis décadas de trabajo académico, institucional y social.

Nacida en Buenos Aires en 1929, Giberti se graduó en la Universidad de Buenos Aires y dedicó su vida a la docencia, la investigación y la intervención social. En 1957 fundó la primera Escuela para Padres del país, una iniciativa pionera que luego se integró a la Facultad de Medicina de la UBA y se expandió a otras provincias. El proyecto dio origen a una serie de libros que alcanzaron treinta ediciones, aunque la institución fue clausurada en 1973 debido a la persecución política.

A lo largo de su carrera, Giberti ocupó cargos docentes en la UBA y la UCES, dictando cátedras de Psicología Evolutiva, Violencia Familiar y Psicología Forense. Fue relatora y expositora en congresos nacionales e internacionales, y participó activamente en organismos públicos y sociales, como el Consejo de los Derechos del Niño, Niña y Adolescencia de la Ciudad de Buenos Aires y UNICEF Argentina. Entre 1999 y 2006, colaboró como perito para Abuelas de Plaza de Mayo en causas judiciales contra represores, evaluando el daño psíquico en niños nacidos en centros clandestinos de detención.

En el ámbito de la adopción, coordinó el Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines adoptivos y presidió su consejo consultivo a nivel nacional. En 2006, creó el Programa Las Víctimas Contra Las Violencias en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, y en 2009 impulsó la creación de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas de Trata.

Giberti fue distinguida con títulos honoríficos y premios, como el de Doctora Honoris Causa por la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad Autónoma de Entre Ríos, y el Premio Konex de Platino en Estudios de Género. En 2003 fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Su legado continúa influyendo en la psicología, la bioética y los estudios de género en Argentina y América Latina.