Un avión de Ethiopian Airlines que cubría la ruta San Pablo-Buenos Aires debió aterrizar de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza la noche del sábado, tras declarar "mínimo de combustible". El vuelo ET506, operado por un Boeing 777-260LR, generó alarma al descender a solo 213 metros sobre el partido de La Matanza, una altitud inusualmente baja para vuelos comerciales.

La situación activó de inmediato los protocolos de emergencia de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que desplegó equipos de salvamento, bomberos y controladores de tránsito aéreo para garantizar la seguridad de la operación. "El arribo se concretó sin novedades y se preservó en todo momento la integridad de los pasajeros, la tripulación y las actividades aeroportuarias", informaron fuentes oficiales.

El vuelo, que había partido desde el Aeropuerto Internacional de Guarulhos en San Pablo, realizó un extenso rodeo por el conurbano bonaerense antes de aproximarse a destino. Entre las localidades sobrevoladas a baja altura se encuentran La Plata, Las Flores, Lobos y especialmente La Matanza, donde la aeronave descendió a 213 metros, generando sorpresa entre los vecinos. "Pasó por Casanova, pensé que se caía", relató una usuaria en redes sociales, reflejando el desconcierto causado por el paso del avión en plena tormenta eléctrica.

El aeropuerto de Ezeiza permaneció cerrado a toda operación entre las 20:55 y las 21:15 para priorizar el aterrizaje de emergencia y facilitar la coordinación entre las autoridades aeroportuarias. El trayecto del vuelo se extendió a 3 horas y 29 minutos, superando la duración estimada por desvíos y condiciones meteorológicas adversas.

Tras el aterrizaje, Ethiopian Airlines confirmó que el avión fue utilizado posteriormente para el vuelo ET507 con destino a Adís Abeba, capital de Etiopía, y que la operación continuó normalmente. No se registraron incidentes entre los pasajeros ni el personal a bordo, y el operativo de recepción se completó con normalidad.

La declaración de "mínimo de combustible" no implica una emergencia inminente, pero obliga a dar prioridad al aterrizaje y restringe la posibilidad de desvíos o esperas prolongadas. El incidente puso a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades aeroportuarias y subrayó la importancia de los protocolos de seguridad en el principal aeropuerto internacional del país. Las causas exactas del retraso no fueron detalladas oficialmente, aunque se atribuyen a condiciones meteorológicas y desvíos en la aproximación final.