Federico "Fred" Machado, empresario argentino acusado de narcotráfico, lavado de activos y estafa, enfrenta una decisión crucial en Estados Unidos. Detenido en la prisión CoreCivic Cimarron Correctional Facility, Oklahoma, Machado tiene hasta el 6 de febrero de 2026 para negociar un acuerdo con la fiscalía o enfrentar un juicio oral y público, según lo dispuso el juez federal Amos Mazzant del Distrito Este de Texas.

La causa, de alta complejidad, involucra transferencias bancarias por al menos US$ 200.000 al economista y dirigente político José Luis Espert, realizadas en 2020 a través del Bank of America. Esta evidencia, junto con el uso de aviones privados por parte de Espert, forma parte del expediente que analiza la defensa de Machado. Tras la revelación de estas transferencias, la justicia argentina abrió una investigación por presunto lavado de activos y ordenó el congelamiento de bienes de Espert y su entorno familiar.

Machado, quien fue extraditado desde Argentina hace poco más de un mes, se declaró inicialmente "no culpable" ante la corte texana, aunque puede modificar su postura hasta la fecha límite. Si acepta responsabilidad, podría beneficiarse con una reducción de pena; de lo contrario, arriesga una condena mayor si es hallado culpable por un jurado popular. La fiscalía estadounidense busca evitar el juicio y obtener la cooperación de Machado como testigo protegido, estrategia que ya permitió a otro acusado en la causa reducir su condena y acceder a arresto domiciliario anticipado.

El caso se desarrolla en un contexto de investigaciones internacionales sobre lavado de dinero y financiamiento político, con ramificaciones en Argentina y Estados Unidos. La defensa de Machado, integrada por abogados en ambos países, evalúa las opciones legales mientras el empresario cumple su detención bajo estrictas condiciones carcelarias y comunicaciones limitadas. El desenlace de la causa podría tener implicancias tanto judiciales como políticas, especialmente por el impacto en figuras públicas argentinas.