El Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires celebró este viernes una reunión clave en el predio Casa Cultura y Arte de Malvinas Argentinas, con el objetivo de definir la fecha de las elecciones internas y la renovación de autoridades partidarias. El encuentro, que congregó a consejeros y dirigentes de los principales sectores del peronismo bonaerense, se desarrolló en un clima de tensión marcado por las diferencias entre el sector liderado por Máximo Kirchner y el alineado con el gobernador Axel Kicillof.

La principal cuestión en debate fue la convocatoria a elecciones internas, con dos posturas enfrentadas: el kirchnerismo propuso realizar los comicios a fines de febrero y cerrar listas a mediados de enero, mientras que el sector de Kicillof planteó postergar el proceso para marzo o abril, con el objetivo de trabajar en la depuración de padrones y garantizar una mayor participación. Según la carta orgánica del partido, las elecciones deben ser convocadas con al menos 60 días de anticipación.

En paralelo, se discutió la posibilidad de alcanzar un acuerdo de unidad que permita renovar autoridades mediante una lista única, evitando así una interna que podría profundizar las divisiones. Máximo Kirchner ofreció mantener la actual distribución de cargos entre cristinismo y axelismo, aunque los nombres podrían negociarse posteriormente. "El candidato por el momento no es importante. Hay tiempo para ir negociando", señalaron fuentes cercanas al sector de Kicillof, que también consideran que la conducción partidaria debería recaer en una figura representativa de los intendentes del conurbano.

Entre los nombres que circulan como posibles opciones de consenso se encuentran Federico Otermín, intendente de Lomas de Zamora, y Mariel Fernández, intendenta de Moreno, ambos con respaldo de distintos grupos de intendentes. Por su parte, el Movimiento Derecho al Futuro, alineado con Kicillof, impulsa a la vicegobernadora Verónica Magario como candidata a presidir el PJ bonaerense.

La reunión se produce en un contexto de persistentes tensiones internas, agravadas por la falta de resolución en la elección de autoridades del Senado provincial y el veto parcial de Kicillof al presupuesto de la Cámara de Diputados. Además, la renovación de autoridades partidarias se discute simultáneamente en los 135 distritos bonaerenses, lo que añade complejidad al proceso.

Dirigentes de ambos sectores mantuvieron conversaciones previas para evitar que el encuentro derivara en enfrentamientos abiertos, aunque reconocen que las diferencias y las heridas del proceso electoral aún pesan en la interna. "Hay demasiadas cosas en el medio, muchas broncas, difícil que no salten", admitió uno de los participantes.

El resultado de la reunión será determinante para el futuro del PJ bonaerense, que busca evitar la judicialización de la conducción partidaria y sentar las bases para una renovación ordenada, en un escenario político marcado por la derrota electoral de 2023 y la necesidad de recomponer la unidad interna de cara a los próximos desafíos.