Javier Milei regresó a la Argentina tras una intensa gira por Estados Unidos, donde logró el anuncio de un swap financiero de US$20.000 millones con el respaldo de la administración de Donald Trump. Este acuerdo, que incluye negociaciones con el Tesoro estadounidense, fue recibido con entusiasmo en la Casa Rosada, ya que contribuyó a estabilizar el dólar y reducir el riesgo país, generando expectativas positivas en el Gobierno.

El viaje internacional de Milei no solo le permitió fortalecer la imagen presidencial en el exterior, sino que también le planteó nuevos desafíos en el plano interno. El mandatario enfrenta la tarea de recomponer la relación con los gobernadores, especialmente después de los reveses sufridos en el Congreso y la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires. "Lo que pasó ayuda a estabilizar los mercados, eso hace que la confianza se recupere", expresó un funcionario del Ejecutivo tras conocerse el apoyo norteamericano.

En el oficialismo reconocen que la figura de Milei sigue siendo central para la campaña electoral, a pesar de los daños a su imagen por el escándalo de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y la pérdida de votos en Buenos Aires. Los estrategas consideran que el presidente aún preserva la imagen de outsider y apuestan a que su protagonismo pueda trasladar votos al espacio oficialista. "Si Milei está fuerte, puede trasladar los votos", sostienen desde su entorno.

La campaña se intensificará en las próximas semanas con una gira federal que incluirá visitas a provincias clave como Tierra del Fuego, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. El objetivo es recuperar terreno en distritos donde el oficialismo fue superado y consolidar resultados en otros. En Córdoba, Milei planea cerrar la campaña, confiando en quedar en segundo lugar detrás del peronismo local. En Buenos Aires, el desafío es revertir la diferencia de 13 puntos que el kirchnerismo obtuvo en las últimas elecciones.

El Gobierno también busca consensos políticos para asegurar la gobernabilidad y avanzar con reformas, en línea con las exigencias planteadas por el Tesoro estadounidense. Sin embargo, las tensiones internas y la fragmentación política complican la tarea. "Ya están las alianzas armadas. Un grupo de gobernadores se unieron para formar el frente Provincias Unidas. Ya está todo sobre la mesa, es complicado", admiten fuentes cercanas a la presidencia.

Mientras tanto, Milei se prepara para participar en la Feria Internacional de Turismo y en la presentación de su nuevo libro, eventos que servirán para reforzar su presencia pública. El oficialismo confía en que la fragmentación opositora y el voto útil por temor al regreso del kirchnerismo puedan favorecer sus chances electorales. No obstante, reconocen que el resultado dependerá de la capacidad de recuperar votos perdidos y de mantener la estabilidad política en el Congreso.

El respaldo internacional y la gira federal marcan el inicio de una nueva etapa en la campaña de Milei, que buscará consolidar su liderazgo y asegurar la gobernabilidad en un contexto de alta polarización y desafíos económicos.