El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, intensificó sus críticas al presidente Javier Milei tras la contundente victoria de Fuerza Patria en las elecciones legislativas bonaerenses. Con el 47% de los votos frente al 33,8% de La Libertad Avanza, Kicillof interpretó el resultado como un rechazo claro a las políticas nacionales y un respaldo a su modelo de gestión.

En declaraciones a diversos medios, Kicillof calificó al gobierno de Milei como "invotable" y responsabilizó al presidente por el deterioro económico y social en la provincia. "En la provincia de Buenos Aires la plata no alcanza, no se llega a fin de mes y está todo parado", afirmó el mandatario, quien también denunció la "asfixia económica" impuesta por la Casa Rosada y reclamó la restitución de fondos para obras públicas y servicios esenciales.

El gobernador bonaerense insistió en la necesidad de un diálogo institucional con Milei para coordinar políticas y enfrentar la crisis, pero hasta el momento solo recibió un mensaje protocolar de felicitación por parte del jefe de Gabinete, Guillermo Francos. "Le pedí a Milei una reunión, públicamente, por cuarta vez, pero no hubo respuesta", señaló Kicillof, quien también destacó el apoyo recibido de líderes regionales como Lula da Silva, Gabriel Boric y Yamandú Orsi.

Kicillof subrayó que el gobierno nacional convirtió la elección en un plebiscito sobre sus políticas y fue derrotado de manera contundente. "El Presidente puso todas las fichas en provincia de Buenos Aires, fue a provocar, desfinanció y después esperaba ganar", expresó, agregando que la victoria peronista representa un espaldarazo a la consigna de un "Estado presente".

Por su parte, La Libertad Avanza realizó una autocrítica interna tras la derrota, reconociendo la necesidad de mejorar su comunicación y ajustar su estrategia en la provincia. El espacio libertario afirmó que buscará representar mejor las ideas del gobierno nacional y responder a las necesidades del pueblo bonaerense.

El resultado electoral marca un punto de inflexión en la relación entre la provincia y la Nación, con Kicillof reclamando cambios de rumbo y mayor coordinación para enfrentar los desafíos económicos y sociales. El gobernador advirtió sobre el riesgo de que el gobierno nacional utilice la derrota como excusa para problemas financieros y reiteró su disposición al diálogo, aunque hasta ahora no ha recibido respuesta directa de Milei.