El paro nacional de controladores aéreos en Argentina generó una nueva jornada de caos en los principales aeropuertos del país, con miles de pasajeros afectados por cancelaciones y demoras. La medida de fuerza, impulsada por la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), responde a un prolongado conflicto salarial que se extiende desde agosto de 2024, sin aumentos concretos ni acuerdo paritario tras múltiples negociaciones y dos conciliaciones obligatorias.

Durante el domingo, Aerolíneas Argentinas canceló al menos 42 vuelos y reprogramó otros 122, mientras que Flybondi y JetSmart reportaron porcentajes de cancelaciones superiores al 13%. En total, se estima que más de 18.900 pasajeros resultaron afectados, principalmente en vuelos de cabotaje, ya que las aerolíneas internacionales lograron mantener la puntualidad en sus servicios. Los aeropuertos de Paraná, Catamarca, San Luis, Posadas y Río Grande fueron los más perjudicados, con hasta la mitad de sus vuelos cancelados.

El paro se realiza en franjas horarias específicas, generalmente de tres horas cada una, y continuará durante la semana. Las operaciones de emergencia, sanitarias y humanitarias están exentas de la medida. El gremio denuncia que los salarios actuales oscilan entre 800 mil y 1,8 millones de pesos, cifras que consideran insuficientes para una tarea altamente estresante. "En septiembre se va a cumplir un año desde nuestro último incremento. Desde marzo venimos reclamando en todas las instancias, incluidas dos conciliaciones obligatorias, y nunca hubo una oferta salarial concreta por escrito", explicó Julián Gaday, representante de ATEPSA.

Por su parte, la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) y el Gobierno Nacional rechazaron la medida, calificándola como una afectación a un servicio esencial garantizado por ley. "Una vez más la entidad gremial decidió avanzar con medidas que muestran una clara intención de extorsionar y de limitar las libertades de todos los argentinos", señaló EANA en un comunicado. Las aerolíneas lamentaron la situación y recomendaron a los pasajeros mantenerse informados a través de los canales oficiales, ofreciendo opciones de cambio de fecha sin costo adicional.

El conflicto, que se da en temporada baja, podría agravarse en los próximos días si no se alcanza una solución. Mientras tanto, los pasajeros continúan enfrentando incertidumbre y reprogramaciones de último momento, en un contexto de tensión creciente entre el gremio y las autoridades.