El triple crimen de Florencio Varela sigue generando conmoción y debate en la sociedad argentina. Sabrina Verdi, madre de Morena Verdi, una de las jóvenes asesinadas, decidió abrir las puertas de su casa y mostrar la realidad en la que vivían, con el objetivo de desmentir los rumores que vinculan a su hija y a su sobrina Brenda del Castillo con el robo de grandes cantidades de droga. “No somos personas que podrían robar 30 kilos de cocaína, ni ella ni mi sobrina Brenda”, afirmó con firmeza ante los medios, mientras recorría la habitación de Morena y mostraba objetos personales que mantiene intactos como recuerdo.

La investigación judicial, encabezada por el fiscal Adrián Arribas, apunta a un ajuste de cuentas narco como móvil principal del crimen. Según la declaración de Sabrina del Castillo, madre de Morena, Lara Gutiérrez, la tercera víctima, habría sido enviada a sedar a un narco para facilitar el robo de droga, lo que habría desencadenado la brutal represalia. “Fue un narco femicidio. A las chicas las torturaron porque tocaron algo que no tenían que tocar”, sostuvo ante la Justicia. Las autopsias confirmaron que las jóvenes fueron torturadas, y en el caso de Lara, le cortaron las yemas de los dedos, una modalidad asociada a disputas narco.

El crimen ocurrió el 19 de septiembre, cuando las tres jóvenes fueron secuestradas y llevadas a una supuesta fiesta en Florencio Varela. Cinco días después, sus cuerpos fueron hallados en una fosa en el patio de una vivienda. La investigación identificó a varios sospechosos, entre ellos Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, considerado el autor intelectual, y otros vinculados a bandas narco que operan en Ciudad Evita y barrios de La Matanza. “Me dijeron que venían por mí, que si no paraba esto iban por Jana, mi otra hija. Tengo miedo, pero me voy a defender y me van a tener que matar”, relató Sabrina Verdi, quien pidió custodia federal tras recibir amenazas.

El caso expone la vulnerabilidad de jóvenes en contextos de marginalidad y violencia narco, y ha generado un fuerte reclamo de justicia por parte de familiares y la sociedad. “No voy a descansar hasta saber la verdad”, concluyó la madre de Morena, mientras la investigación continúa y la comunidad permanece en vilo ante la gravedad de los hechos y la necesidad de respuestas.