El triple femicidio narco ocurrido en Florencio Varela ha conmocionado a la sociedad argentina y puesto en evidencia la creciente violencia vinculada al narcotráfico en el conurbano bonaerense. El caso involucra el asesinato de Morena Verdi (20), Brenda del Castillo (20) y Lara Gutiérrez (15), cuyos cuerpos fueron hallados enterrados en el patio de una vivienda en el barrio Villa Vatteone, tras haber sido torturadas y asesinadas con extrema violencia.

La investigación, liderada por el fiscal Adrián Arribas, ha avanzado significativamente tras el testimonio de Sabrina del Castillo, madre de Morena. Del Castillo reveló que el móvil principal del crimen sería una venganza narco, desencadenada por un robo de droga en el que Lara Gutiérrez habría participado. Según su declaración, Lara fue enviada por su pareja a sedar a un narco para facilitar el robo de estupefacientes, lo que habría detonado la represalia fatal. "Fue un narcofemicidio. A las chicas las torturaron porque tocaron algo que no tenían que tocar", afirmó la madre ante la Justicia.

El contexto del crimen está marcado por disputas territoriales entre bandas de origen boliviano y peruano en Ciudad Evita, donde residían las víctimas. Del Castillo identificó a varios sospechosos, entre ellos "Gordo Dylan" y "Loco David", este último señalado como responsable del tráfico de drogas en barrios como Las Antenas y Villa Palito. La investigación también apunta a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias "Pequeño J", considerado el autor intelectual del triple asesinato y capturado en Perú.

La madre de Morena denunció haber recibido amenazas, lo que motivó su pedido de custodia policial federal para ella y su familia. "Si no para esto, también van a ir por Hanna", relató sobre las intimidaciones recibidas. El fiscal Arribas confirmó que la Justicia ha reforzado la seguridad de los familiares y continúa con allanamientos y pericias sobre teléfonos secuestrados para reconstruir las comunicaciones entre los implicados.

El caso ha generado un fuerte impacto social y reavivado el debate sobre la inseguridad y el avance del narcotráfico en la región. Las familias de las víctimas exigen justicia y protección, mientras la investigación sigue su curso y no se descartan nuevas detenciones. El triple crimen de Florencio Varela se ha convertido en un símbolo de la violencia narco que afecta a los sectores más vulnerables del conurbano bonaerense.