En el inicio de la recta final hacia las elecciones legislativas del 26 de octubre, el frente Provincias Unidas, conformado por los gobernadores de Córdoba, Santa Fe, Corrientes, Jujuy, Chubut y Santa Cruz, realizó un acto central en Puerto Madryn. El evento, que incluyó una visita a la planta de aluminio Aluar, buscó posicionar a este espacio como una alternativa federal frente a la polarización entre el oficialismo de Javier Milei y el kirchnerismo.

Durante la jornada, Juan Schiaretti, exgobernador de Córdoba y candidato a diputado nacional, criticó duramente el rumbo económico del gobierno nacional. "Solicitar apoyo financiero a Estados Unidos es la prueba del fracaso del plan económico de Milei", afirmó Schiaretti, quien también reclamó la eliminación definitiva de las retenciones al campo, calificándolas como un "saqueo al interior productivo". Martín Llaryora, gobernador de Córdoba, reforzó la idea de que "no hay país exitoso sin un Estado eficiente" y anticipó el "fracaso anticipado" del actual modelo económico.

Los gobernadores presentes coincidieron en la necesidad de romper con la lógica centralista del AMBA y defender los intereses del interior. Ignacio Torres, mandatario de Chubut, destacó: "Nos hermana la humildad de entender que hay que tener mucho más coraje para sentarse con quien piensa distinto que para insultar por redes sociales". Maximiliano Pullaro, de Santa Fe, subrayó que Provincias Unidas es "la única posibilidad para que no vuelva el kirchnerismo" y criticó la falta de propuestas productivas del gobierno nacional.

El acto también sirvió para mostrar unidad y sensatez, con mensajes orientados a la producción, el trabajo y el federalismo. Los líderes provinciales remarcaron la importancia de conformar una mayoría en el Congreso que defienda los intereses de las provincias y supere la tradicional dicotomía entre kirchnerismo y libertarismo. "Argentina necesita sensatez, unidad y rumbo claro para lograr el progreso que merece", sintetizó el comunicado conjunto.

En paralelo, el presidente Milei minimizó las denuncias en su contra y defendió su gestión, mientras la oposición lo acusa de insensibilidad y zigzagueo económico. El respaldo de Donald Trump a Milei fue relativizado por Schiaretti, quien consideró que "no tiene relevancia en la coyuntura local". El escenario político argentino, marcado por la fragmentación y el descontento social, parece abrir espacio para nuevas coaliciones y alternativas de cara al futuro.