El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, visitó este miércoles a la expresidenta Cristina Kirchner en su departamento del barrio porteño de Constitución, donde cumple prisión domiciliaria tras su condena en la causa Vialidad. La reunión, que se extendió por una hora y media, se realizó en un clima de hermetismo y sin la difusión de imágenes, según confirmaron fuentes cercanas a ambos dirigentes.

El encuentro, largamente esperado por sectores del peronismo, se centró en la situación política y social del país, así como en la estrategia electoral de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre. Tanto desde el entorno de Kicillof como del de Cristina Kirchner coincidieron en calificar la reunión como "buena" y "constructiva", destacando la necesidad de "sumar fuerzas" para fortalecer la unidad del peronismo en un contexto de alta polarización política.

La visita de Kicillof se concretó tras obtener la autorización judicial correspondiente y luego de más de 100 días desde la detención de la exmandataria. Durante ese tiempo, dirigentes kirchneristas habían reclamado públicamente un mayor acercamiento del gobernador bonaerense a Cristina Kirchner, interpretando la demora como una señal de distanciamiento en medio de las tensiones internas del espacio.

En la conversación, ambos dirigentes abordaron la coyuntura nacional e internacional, con especial atención a la situación económica y política bajo el gobierno de Javier Milei. También se discutió la importancia de consolidar la unidad del peronismo bonaerense, que viene de obtener una victoria electoral sobre los libertarios en septiembre.

La expresidenta, a pesar de las restricciones de su prisión domiciliaria, mantiene una activa participación política, recibiendo a dirigentes y enviando mensajes a la militancia. El encuentro con Kicillof es interpretado como un gesto de cohesión, aunque persisten diferencias y desafíos internos en el peronismo de cara a los próximos comicios.

A la salida de la reunión, Kicillof saludó a militantes y vecinos que se encontraban en las inmediaciones del domicilio de Cristina Kirchner, pero evitó realizar declaraciones públicas detalladas. El peronismo busca así proyectar una imagen de unidad frente a la oposición libertaria y encarar con fortaleza la recta final de la campaña electoral.