La localidad de Hernando, en el interior de Córdoba, vive horas de conmoción tras el brutal asesinato de Berni, el ternero mascota de la Escuela Primaria Bernardino Rivadavia. El animal, que formaba parte de un proyecto educativo sobre sustentabilidad y ambiente, fue carneado por delincuentes que irrumpieron en el establecimiento durante la madrugada del viernes.

La ausencia de Berni fue advertida por los alumnos y docentes al iniciar la jornada escolar. "Lo buscamos por todos lados y encontramos el cerco roto con una pinza. Pensamos que lo habían robado, pero jamás imaginamos este nivel de crueldad", relató Vanessa Espinosa, vicedirectora de la institución. La búsqueda se extendió por el pueblo, donde comenzaron a aparecer restos del animal en distintos puntos, lo que evidenció la violencia del hecho.

La investigación policial llevó a la detención de un hombre oriundo de Santiago del Estero, en cuya vivienda se hallaron cuchillas, carne en descomposición y otros elementos vinculados al caso. Sin embargo, las autoridades escolares sostienen que el sospechoso no actuó solo y que se trató de un grupo de personas, posiblemente bajo los efectos de estupefacientes. "Somos un pueblo y acá se sabe todo. Fue un grupo de personas que entró drogado y lo mató", denunció Espinosa.

El episodio generó un fuerte impacto emocional en la comunidad educativa. Los niños, que participaban activamente en el cuidado de Berni como parte del proyecto "Bio Escuela", sufrieron la pérdida de su mascota y el abrupto final de una iniciativa que promovía el respeto por el ambiente y los animales. "Había gritos y llanto por todas partes. Al principio querían buscar una solución, ayudar, preguntar a los vecinos. No queríamos decirles lo que había pasado, pero después se enteraron por las redes y por comentarios de la gente. Les rompieron el corazón a los chicos", expresó la vicedirectora.

La Fiscalía de Río Tercero interviene en el caso, mientras se realizan peritajes y se analizan cámaras de seguridad para identificar a todos los responsables. El hecho ha generado repudio y tristeza en Hernando, donde la comunidad exige justicia y mayor seguridad para evitar que episodios similares se repitan. El caso pone en evidencia la vulnerabilidad de los proyectos educativos y el impacto que la violencia puede tener en los niños y en la vida escolar.