El Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta amarilla por tormentas para la provincia de Santa Fe el 11 de diciembre, afectando especialmente a la ciudad de Rosario. Desde la madrugada, se registraron lluvias intensas, actividad eléctrica frecuente y ráfagas de viento que alcanzaron hasta 70 kilómetros por hora. La precipitación acumulada se estimó entre 20 y 50 milímetros, aunque en algunas áreas se superaron estos valores, generando preocupación entre los habitantes.

A lo largo del día, el alerta se mantuvo vigente en distintos horarios, con condiciones climáticas severas que incluyeron ocasional caída de granizo y variaciones en la intensidad de las tormentas. El chaparrón que sorprendió a los rosarinos no trajo alivio al calor, ya que se espera que las temperaturas continúen en aumento hasta el sábado, alcanzando máximas de hasta 37°C. El pronóstico extendido indica que la inestabilidad persistirá, con lluvias ligeras y moderadas en los próximos días, seguidas por un descenso de temperatura y aumento de la humedad.

El Servicio Meteorológico Nacional recomendó a la población tomar precauciones, como asegurar objetos que puedan ser arrastrados por el viento, evitar refugiarse bajo marquesinas o árboles, y permanecer en construcciones cerradas. "Es fundamental seguir las indicaciones oficiales para minimizar riesgos", señalaron desde el organismo. Medios locales reportaron sorpresa entre los rosarinos por la intensidad del fenómeno, mientras que las autoridades instaron a mantenerse informados ante posibles actualizaciones del alerta.

Este tipo de eventos meteorológicos son frecuentes en la región durante la temporada estival, y las medidas de prevención buscan reducir el impacto de las tormentas sobre la seguridad y la salud de la población. El seguimiento de las recomendaciones oficiales será clave para evitar accidentes y daños materiales en los próximos días.