Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta de la Nación, volvió a cuestionar públicamente la política económica del presidente Javier Milei a través de un mensaje difundido en sus redes sociales desde su domicilio en el barrio porteño de Constitución, donde cumple prisión domiciliaria. En su publicación, Kirchner criticó duramente la gestión de Milei, haciendo foco en la salida récord de dólares del país y la ausencia de inversiones extranjeras, lo que, según su análisis, pone en evidencia la insostenibilidad del modelo económico vigente.

La exmandataria citó datos recientes del Banco Central de la República Argentina (BCRA), señalando que en mayo el sector privado no financiero remitió al exterior 3.226 millones de dólares, una cifra que calificó como la más alta desde 2003. Además, sumando la salida de abril, el monto asciende a 5.247 millones de dólares en solo 45 días, lo que representa el 44% de los 12.000 millones de dólares que el país recibió del Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril. Kirchner advirtió que estos recursos se esfumaron principalmente por turismo emisivo y el pago de intereses de la deuda, dejando un saldo negativo de 292 millones de dólares en la balanza comercial acumulada entre diciembre de 2023 y mayo de 2025.

En su mensaje, la expresidenta también subrayó que la inversión extranjera directa desde la asunción de Milei muestra un saldo negativo de 1.500 millones de dólares, calificando como un fracaso el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) impulsado por el gobierno. Kirchner cuestionó la visión oficial que atribuye los problemas económicos únicamente al sector público y advirtió sobre el impacto social de la crisis: "Tenés a media Argentina que no llega a fin de mes y se endeuda para comer".

El tono del mensaje fue especialmente crítico e incluyó expresiones irónicas y descalificadoras hacia el presidente, a quien llamó "cruel" y "boludo". Kirchner concluyó su publicación advirtiendo que el modelo de endeudamiento estructural, salarios bajos y dólar planchado está destinado al fracaso, y recordó experiencias pasadas de crisis económicas en el país.

El mensaje de la exmandataria generó amplia repercusión mediática y reavivó el debate sobre la sostenibilidad del actual modelo económico y la persistente fuga de capitales. Hasta el momento, no se registraron respuestas oficiales del gobierno nacional a las críticas de Kirchner. El episodio se inscribe en un contexto de tensión política y económica, marcado por la escasez de reservas, la presión social y la incertidumbre sobre el rumbo económico de la Argentina.