El dólar alcanzó su valor más alto del año en Argentina tras una serie de declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, quien desafió públicamente a quienes critican la política cambiaria oficial. Durante el IAE Summit, Caputo afirmó: “El dólar flota, por lo tanto, al que le parezca que está barato... Agarrá los pesos y comprá. ¡No te lo pierdas campeón!”. Esta frase, interpretada como un desafío al mercado, fue seguida por una fuerte demanda de dólares tanto de fondos especulativos como de ahorristas individuales.

En las primeras jornadas de julio, el dólar minorista llegó a $1.245 en el Banco Nación, mientras que el blue se ubicó en $1.240 y los dólares financieros (MEP y CCL) rozaron esos valores. A pesar de una liquidación récord del sector agroexportador, que en junio superó los US$ 3.700 millones, la demanda privada de divisas superó la oferta, generando una presión alcista sobre el tipo de cambio.

El Gobierno intervino en el mercado de futuros para contener la suba, destinando hasta US$ 2.000 millones en mayo, según datos de consultoras privadas. Sin embargo, informes de JP Morgan y otras consultoras locales advirtieron sobre la insostenibilidad del esquema y la falta de confianza del mercado en la política cambiaria. El pago de aguinaldos y la proximidad de las elecciones también contribuyeron a aumentar la demanda de dólares.

Caputo defendió la política oficial, destacando la acumulación de reservas sin emisión y la disciplina fiscal como pilares del programa económico. No obstante, analistas y economistas señalaron que la suba del dólar refleja la desconfianza del mercado y la percepción de vulnerabilidades estructurales en el esquema vigente. La comparación con crisis anteriores, como la de 2017-2018, genera preocupación sobre la sostenibilidad a mediano plazo.

Mientras el Gobierno mantiene un discurso desafiante y optimista, el mercado financiero busca cobertura en dólares ante la incertidumbre política y económica. Se espera que la presión cambiaria continúe en las próximas semanas, especialmente si disminuye la liquidación de divisas del agro y persisten los factores de volatilidad.