La tensión entre el Gobierno nacional y los gobernadores provinciales volvió a quedar en evidencia este jueves, en el marco de la Exposición Rural de Palermo. Pese a las expectativas iniciales, no se concretó ningún encuentro formal entre ambas partes, ya que los mandatarios provinciales rechazaron la posibilidad de una reunión informal y reiteraron su exigencia de ser convocados oficialmente a la Casa Rosada.

El conflicto central gira en torno a dos proyectos de ley impulsados por los gobernadores, que buscan el reparto automático de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y de los fondos recaudados por el impuesto a los combustibles. Ambas iniciativas, ya aprobadas en el Senado, son vistas por el Gobierno como una amenaza al equilibrio fiscal, motivo por el cual el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, advirtió que serán vetadas si avanzan en Diputados. "Todo lo que afecte el equilibrio fiscal, aunque sea un poco, nosotros lo vamos a vetar", sostuvo Francos en declaraciones radiales.

Durante la jornada, los gobernadores participaron de actividades protocolares en la Rural, pero evitaron cualquier instancia de negociación política. "Si el Gobierno quiere dialogar y buscar un acuerdo, debe convocar formalmente a Casa Rosada a los gobernadores", remarcaron fuentes cercanas a los mandatarios. El clima de distanciamiento se profundiza en un contexto electoral, donde ambas partes se acusan mutuamente de especulación y falta de voluntad para alcanzar consensos.

El oficialismo, que es minoría en el Congreso, necesita el respaldo de las provincias para sostener los vetos presidenciales y avanzar en su agenda legislativa. Sin embargo, los gobernadores insisten en que los fondos en disputa les pertenecen y que sus proyectos no afectan las metas fiscales acordadas con el FMI. "Nosotros, los 23 gobernadores, también tenemos todas las posibilidades bajo diferentes instancias institucionales y judiciales de seguir insistiendo en que lo que es de los tucumanos tiene que llegar a Tucumán", advirtió Osvaldo Jaldo, gobernador de Tucumán.

El sector agropecuario, por su parte, aprovechó el evento para reclamar la baja de retenciones, sumando presión al Gobierno. Mientras tanto, la falta de diálogo formal y la proximidad del receso invernal en el Congreso auguran que el conflicto entre Nación y provincias persistirá en las próximas semanas, con posibles derivaciones judiciales y políticas.