El caso del fentanilo contaminado ha sacudido a la Argentina, con al menos 96 muertes atribuidas al uso hospitalario de ampollas producidas por HLB Pharma y Laboratorios Ramallo. La investigación judicial, encabezada por el juez federal Ernesto Kreplak y la fiscal María Laura Roteta, ha derivado en la detención de Ariel García Furfaro, dueño de los laboratorios, junto a varios familiares y directivos de las empresas involucradas.

Según los expedientes judiciales y las declaraciones de los imputados, los lotes 31.202 y 31.244 de fentanilo fueron distribuidos en hospitales y clínicas de Buenos Aires, Santa Fe, Rosario y Córdoba. El Hospital Italiano de La Plata fue el primero en alertar a la ANMAT sobre la presencia de bacterias peligrosas en las ampollas, lo que desencadenó una investigación que reveló graves deficiencias en los controles de calidad y trazabilidad de los productos.

Ariel García Furfaro, en su declaración ante el juez, manifestó su voluntad de permanecer detenido hasta que se esclarezcan todas las muertes, rechazando cualquier pedido de excarcelación. "Yo me quedo a que me corten la cabeza, si es que se demuestra que tengo responsabilidad en todo esto", afirmó. El empresario responsabilizó a exsocios y a la ANMAT por una supuesta operación en su contra, mientras defendió la inocencia de sus hermanos y empleados.

La causa involucra a al menos 17 imputados, entre directivos, técnicos y empleados de los laboratorios. Algunos de ellos alegan haber sido utilizados como "pantalla" o ajenos a la elaboración del fentanilo. La ANMAT, por su parte, detectó inconsistencias graves en la documentación y el control de los productos, lo que llevó a la suspensión preventiva de la habilitación de la droguería Alfarma, vinculada al mismo grupo empresario.

El caso ha generado un intenso debate público sobre la seguridad de los medicamentos, la transparencia en la industria farmacéutica y la supervisión estatal. Se investiga también el posible desvío de fentanilo al mercado ilegal, aunque por el momento no hay pruebas concluyentes que vinculen directamente a los responsables de HLB Pharma con el narcotráfico.

Considerado por algunos como el "Cromañón de la salud", el escándalo del fentanilo contaminado pone en cuestión los mecanismos de control y la responsabilidad de los actores involucrados, mientras la justicia avanza en el esclarecimiento de los hechos y la determinación de las responsabilidades penales.